De compras junto al Río Deva
Los mercadillos, también en verano
A la gente que acude habitualmente a los mercadillos de su zona hay que sumarle ahora también la cantidad de turistas que aprovechaban su paso ... por la región y agregan éste a sus planes de vacaciones. Si bien es cierto que en esta época todo evento que se organice tiene una gran competencia: la playa. Y más si hace un día como el que acompañó en el Mercadillo Anual de Val de San Vicente, que el domingo alcanzó su edición XXXI y tuvo lugar en Unquera, después de haber pasado por los catorce pueblos del municipio ya en dos rondas.
Los productos más variopintos se extienden por las mesas dispuestos cuidadosamente bajo sendas carpas a la que se van asomando quienes pasean por la plaza movidos por el interés hacia los libros, el calzado, los juguetes y un largo etcétera. Fé Vega vende minerales de colección, bisutería en minerales y artesanía. Se la puede encontrar en diferentes eventos del municipio, pero también recorre kilómetros para llegar a otros puntos como Torrelavega, Santoña y Noja. Junto a su familia, pasa el día, casi como si estuviera disfrutando de la fiesta al otro lado del stand. «Lo mejor es el ambiente», asegura. Mientras ella explica las propiedades de cada mineral, su marido, José Luis González, coloca las tallas que ha aprendido a hacer ya jubilado. «Grabando a láser en madera noble de Cantabria», explica.
Los puestos de variados artículos se intercalan con los de comida, en una plaza ambientada con música tradicional
A unos metros se ubica el reinosano José Manuel Gutiérrez, de Cestería Clara, que acostumbra a venir hasta este mercado itinerante cada año. También a otros anuales, como el que el domingo tendrá lugar en Cabezón de la Sal, por el Día de Cantabria. Y lo compagina con algunos semanales como el de los viernes de Comillas.
«Ahora tenemos público de todos los sitios», indica, refiriéndose a los veraneantes, de espaldas a la carretera nacional, repleta ahora de coches que transitan hacia Potes. Y de vuelta. Asiduos a esta cita también son Elena González y David Liébana, de Gatucos Torrelavega. Como la suya, otras asociaciones despliegan información y tratan de recaudar fondos, mediante la venta de pulseras, llaveros y otros productos.
Los puestos con comida y bebida tampoco faltan aquí, para reponer fuerzas, que la jornada se extiende porque incluye actuaciones musicales. Además, desde el inicio, la animación de las gaitas y los tambores de la Escuela de folclore de Val de San Vicente aporta una animación especial. «Una suerte que este año haya tocado aquí», expresa el vecino de Unquera Alberto Peñil, que no obstante, se desplaza cuando tiene lugar en otras localidades. Yvalora lo pintoresco de «encontrar los puestecitos junto a las casas de piedra y el fondo verde del paisaje».
Para acudir a este mercado de nuevo habrá que esperar un año y en el caso concreto de Unquera, catorce en total. Pero todavía quedan propuestas de este tipo a lo largo del verano para poder pasar un bonito día de compras al aire libre. Mercadillos que se celebran por sí solos o que acompañan a otras actividades como ferias y fiestas.
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