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Ruiloba celebró ayer dos plenos, uno ordinario y otro extraordinario– este último solicitado por la oposición para que la alcaldesa, Sara Portilla (PRC), rindiese cuentas– y ninguno de los dos fue tranquilo. En el primero, el ahora exconcejal del PRC, David Rodríguez, presentó su renuncia a las siglas y se desvinculó del partido con el que formaba parte del equipo de gobierno, junto a la alcaldesa y el concejal Borja Sordo. Una salida que se veía venir tras la polémica surgida entre Rodríguez y la regidora hace meses, cuando el edil convocó al comité local del PRC para votar la permanencia de Portilla como secretaria y no reunió los apoyos.
Los plenos en Ruiloba nunca han sido tranquilos, pero lo de ayer se parecía más a un patio de colegio que a una sesión plenaria. Pullas, increpaciones, acusaciones, alguna palabra más alta que otra y hasta faltas de respeto –la alcaldesa le dijo a la concejala no adscrita de Ciudadanos, Mar Bielva, que debería haberse sometido a un test de coeficiente intelectual antes de ocupar su escaño–. La oposición en mayoría, formada por los dos ediles del PP, una de Cs y el ya exconcejal regionalista, cargó contra la alcaldesa desde el principio –el del PSOE volvió a apoyar a Portilla– y apenas hubo acuerdo, más allá de que todos votaron a favor de aprobar el incremento de la Ley de los Presupuestos Generales del Estado para empleados municipales. No así para cargos electos. La oposición tumbó así la propuesta de la alcaldesa de incrementar su sueldo. «Somos el pueblo de Cantabria que más está pagando a su alcalde en función del número de habitantes», expresó su ya excompañero de filas David Rodríguez.
Por haber, hubo disputa hasta en los ruegos y preguntas del ordinario y desde la oposición volvieron a echar en cara a la regidora «que no responda a las preguntas ni a los requerimientos realizados», insistió en varias ocasiones la portavoz del PP, María Eugenia Martínez.
Aunque la verdadera representación surgió en el pleno extraordinario que se celebró seguidamente. Portilla enumeró uno por uno los temas sobre los que se había solicitado información y no concedió el turno de la palabra a los portavoces, que intervenían cuando lo consideraban sin orden ni concierto. Rodríguez se sentó en la zona del público en protesta «porque no me dejan hablar» y el edil del PSOE terminó abandonando la sala. Entre discusiones cruzadas, Portilla dijo que «toda la información estaba en las resoluciones» y en la sede electrónica. También recriminó a su excompañero que no hubiese trabajado «en toda la legislatura».
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