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Partículas del tronco de un árbol que se escurren entre los dedos de las manos o un cuerpo humano, derrumbado, ante la muerte de la ... naturaleza, porque no existe lo uno sin lo otro. Son dos de las ilustraciones del artista internacional Álvaro Iglesias, que la Asociación de Desarrollo Rural Saja-Nansa empleará para concienciar y proteger el bosque de las secuoyas de Cabezón de la Sal. La iniciativa se enmarca en el programa 'Paisaje Cultural', financiado por la Consejería de Fomento, que la entidad ha llevado a su territorio en los dos años anteriores mediante la participación de artistas locales. En este caso, el profesional elegido es Álvaro Iglesias, que cuenta con una amplia trayectoria con compañías internacionales (Disney, Marvel, Panini...) en el ámbito del cómic y la ilustración. Sus obras serán utilizadas para lanzar un mensaje sobre el impacto de los visitantes en este espacio natural protegido de Cabezón de la Sal que es el bosque de las secuoyas.
Su trabajo consistirá en la creación de una serie de ilustraciones con mensaje, que serán transformadas en carteles verticales. La idea es distribuir la cartelería sobre el terreno y que los visitantes se encuentren estas simbólicas alertas visuales a lo largo del recorrido. La inversión de Fomento es de 6.500 euros y servirá, básicamente, para realizar los citados carteles, «ya que los autores participan en el proyecto de forma casi altruista», aclararon desde la Asociación de Desarrollo Rural Saja-Nansa. Aunque las imágenes finales están aún en proceso de creación, la obra que acompaña estas líneas es un claro ejemplo de lo que se proyecta.
En cuanto a los plazos, la idea es que para el mes de agosto «ya estén los mensajes distribuidos por el bosque». De momento, la asociación está gestionando los permisos con Biodiversidad y con el Ayuntamiento de Cabezón de la Sal, ya que las secuoyas pertenecen a este término municipal. La iniciativa, además de lucida y novedosa, pretende disuadir a las personas de tocar e incluso arrancar la corteza de los árboles, una práctica que está dejando su impronta, para mal, en el complejo natural.
A la vez, desde el Gobierno de Cantabria construirán un itinerario en torno a los ejemplares para evitar que los turistas entren en contacto directo con las secuoyas. Dado que controlar a las personas que acceden al bosque es sumamente complejo –dispone de varios accesos–, las medidas que proyecta la Consejería están relacionadas con concienciar a los visitantes acerca de la importancia de proteger el recinto y los árboles de tamaño imponente. La avalancha de turistas ya comienza a notarse.
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