El museo de la música Jesús de Monasterio ya cuenta con biblioteca y fonoteca

El museo de la música Jesús de Monasterio de Casar de Periedo ya cuenta con biblioteca y fonoteca. El emblemático edificio de Cabezón de la Sal fue inaugurado hace dos años como un espacio musical en torno a la figura del que fuera su propietario, el violinista Jesús de Monasterio, y desde entonces no ha dejado de dotarse del material necesario para ser cada vez más museo y menos edificio multiusos.

El mérito de este proyecto le corresponde a Enrique Campuzano, doctor en Historia del Arte, quien se ha encargado de recuperar todo lo que dentro de este inmueble alude al virtuoso violinista del siglo XIX. Campuzano decidió convertir la tercera planta del edificio en biblioteca y ha podido llevar a cabo su objetivo gracias, en gran parte, a la donación de material que acaba de realizar Valentina Granados, directora del Festival Internacional de Santander (FIS). 233 CDs y 60 libros. Una colección que engloba «música clásica, óperas, obras fundamentales de la música en España y del mundo», explica entusiasmado el académico. «Se trata de material de gran valor, porque muchas de las obras están descatalogadas y hay grabaciones y libros que se pueden considerar históricos sobre músicos del entorno de Jesús de Monasterio». También hay ejemplares de la revista musical 'Ritmo', que lleva editándose más de noventa años. Una serie de 'joyas' musicales de las que Granados ha decidido deshacerse. «No es que ya no me interesen, sino que creo que están mejor en una institución pública como es este museo, donde puede acceder la gente interesada», explicó. La directora del FIS incidió en «la importancia» de contar con un espacio como este en Cantabria, «que ha salido adelante gracias al esfuerzo enorme de Enrique Campuzano y de un grupo de gente». Con esta donación, Granados pretende visibilizar la labor desinteresada «y admirable» que se ha llevado a cabo para revitalizar este edificio, que siempre ha estado un poco olvidado. «Hay que destacar y cuidar la figura de Jesús de Monasterio, ya que en torno a ella se ha generado este núcleo de interés por la música y la investigación», expresó. «Me parece bonito que este material esté al alcance de las personas y ojalá este espacio se convierta en una gran biblioteca musical», apuntó.

Hasta ahora, concretó Campuzano, «tanto la biblioteca como la fonoteca se han formado gracias a donaciones de instituciones y particulares, como la Real Academia de San Fernando de Madrid, la Real Sociedad Menéndez Pelayo de Santander, la Acción Cultural Española, la Universidad de Oviedo o la Fundación Doménech y Montaner, de Barcelona, entre otros». Sin embargo, la biblioteca del museo de la música Jesús de Monasterio está todavía lejos de ser la gran biblioteca musical de la que habla Granados. De momento no dispone de ordenadores, ni cascos para que los asistentes puedan escuchar los CDs sin importunarse unos a otros. «Hay mesas, pero no sillas suficientes y tiene capacidad para albergar dos mil libros y unos mil CDs», asegura Campuzano. «Pero falta personal para gestionarla, organización e interés por parte de la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria y del propio Ayuntamiento de Cabezón de la Sal».