La Olimpiada del Tudanco reúne a 700 reses en Cabezón de la Sal
16 ganaderías se dieron cita en la 45 edición del concurso, una fiesta declarada de Interés Turístico Regional
Ataviados con sus albarcas y sus varas de avellano, cientos de ganaderos se han citado hoy en Ontoria (Cabezón de la Sal) en uno de ... los eventos más importantes del año: la Olimpiada del Tudanco, que celebra su 45 edición. Allí, 16 ganaderías han sumado 700 reses que han recorrido Cabezón de la Sal desde las 10.00 horas en dirección al recinto ferial de Ontoria, donde cada ganadería ha ido guiando a sus tudancas hasta los corrales que les habían asignado a la espera de la entrega de premios. A las 16.30 tendrá lugar la 'pasá', momento en el que el ganado saldrá de nuevo de los corrales y regresará hacia Cabezón. Ya en el centro, habrá actuaciones musicales para disfrute de las miles de personas que han acudido al evento.
En el recinto ferial no solo había ganaderos y reses, sino toda una fiesta. Un mercadillo de productos típicos y campanos, barras de bar y varias furgonetas de diferentes heladerías. Las vacas visten sus mejores galas, con rosetas en la cabeza o campanos, acompañadas de sus dueños, que aprovechan la cita para encontrarse con compañeros de profesión.
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Este es, sin duda, «uno de los eventos más especiales del año», apuntaron los Mellizos de Cieza, dos de los ganaderos que se acercaron al recinto ferial, aunque este año no lo hicieron acompañados de sus vacas. «Es el mejor día para aquellos que les gusta la raza Tudanca. Nos juntamos una vez al año pero lo hacemos por todo lo alto y se gasta lo que haga falta. Esta fiesta también es muy buena para los negocios y la hostelería de la zona», apuntaron. Como 'pero', señalan la sombra de la enfermedad hemorrágica, que está haciendo mella en muchas ganaderías. «En cuanto entra en una cuadra, está todo perdido. Es peor que el lobo». Porque, para ellos, su ganadería es mucho más que un trabajo: «Son vacas que te llegan a acompañar 15 o 20 años, que convives con generaciones de ellas, y perderlas es un auténtico drama».
Además de los ganaderos, a la Olimpiada del Tudanco fueron vecinos de toda Cantabria -incluso de otras comunidades- apasionadas de esta raza, como Rosario Herrerías, de Casamaría (Herrerías), que fue acompañada de unos amigos de Bilbao. «Es un día precioso y llevamos muchos años viniendo. Es una romería típica, el momento del año en el que se lucen las mejores vacas tudancas y merece mucho la pena venir a vivirlo».
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