El valle del Nansa reclama más recursos para la Casona de Tudanca
Se ha puesto en marcha una comisión que tiene como objetivo redactar un plan para dinamizar este centro como recurso económico el valle
VICENTE CORTABITARTE
Tudanca
Sábado, 24 de febrero 2018, 07:55
Durante el pasado año apenas 1.910 personas visitaron la Casona de Tudanca, una joya patrimonial que constituye el principal tesoro de una localidad que además de estar reconocida como Conjunto Histórico Artístico desde el año 1983, está enclavada en un paraje natural de extraordinario valor como es el Valle del Nansa. Este reducido número de visitantes constituye un escaso rendimiento para un espacio de gran valor y mas si se tiene en cuenta que hace una década el número de visitas superaba las 5.000, por lo que cuesta entender ese importante retroceso en el caso de un bien cultural de primer orden y que pudiera achacarse a los recortes que ha sufrido en el horario de apertura y a la falta de personal que se refleja por la carencia de la figura del director.
Con el objetivo de revertir esta situación, el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Francisco Fernández Mañanes, realizó en la mañana de ayer una visita a este centro, dependiente de su departamento, junto con todos los alcaldes del valle del Nansa (Herrerías, Lamasón, Polaciones, Rionansa y Tudanca), técnicos de las Mancomunidades Saja-Nansa y de la de Municipios del Nansa, de la Asociación de Desarrollo Rural y de las consejerías de Educación, Cultura y Deporte, y de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, con los que anteriormente mantuvo una reunión de trabajo en la que se abordaron diversas propuestas que serán la base de un programa sobre el que se proyecta trabajar.
Precisamente a todos estos organismos se les ha implicado en una comisión interdisciplinar que tiene como objetivo redactar un plan para la revalorización de la Casona de Tudanca junto a todo su entorno, como parte de un proyecto mas amplio y ambicioso que busca sacar el máximo rendimiento a los grandes recursos con que cuenta el Valle del Nansa para convertirlo en motor de desarrollo de una de las comarcas mas deprimidas de Cantabria y que tiene como uno de sus principales problemas la importante despoblación que viene sufriendo desde hace décadas.
El gran éxito de la apertura y explotación de la Cueva del Soplao, con cerca de 250.000 visitantes anuales, no ha tenido el efecto dinamizador que se podía esperar sobre todo el valle del Nansa, ya que toda esa gran marea humana apenas se logra mantener en la comarca tras la visita a la cavidad, y eso a pesar de que se cuenta con recursos extraordinarios, partiendo de un entorno natural excepcional y otros elementos singulares como son la Ferrería de Cades, la Cueva de Chufín (Patrimonio de la Humanidad) y la Casona de Tudanca, como elementos más representativos.
Precisamente para convertir a la Casona de Tudanca en un activo cultural y económico de primer orden se ha celebrado este encuentro reclamado por los alcaldes del Nansa que consideran que se deben de tomar una serie de medidas para favorecer las visitas de turistas y de los propios cántabros, ampliando el horario actual del centro y dotando a esta casa-museo de la figura de un director del que carece desde el año 2012.
Los alcaldes tras el encuentro desarrollado ayer se mostraban satisfechos por el compromiso del consejero con los objetivos fijados.
Entre algunas de las propuestas realizadas, además de las señaladas, está ofrecer desde la Consejería de Educación a los centros escolares de la región un programa de visitas especialmente dirigido a los institutos, suscribir convenios con las universidades de Cantabria y de Comillas para realizar actividades académicas y culturales y acuerdos con asociaciones y entidades como los clubes de lectura. Otra de las líneas de trabajo pasa por organizar paquetes turísticos con distintas temáticas, diseñando rutas literarias entorno a la figuras de José María Cossío o de Pereda, entre otras.
Durante la visita de ayer, la que fuera directora de esta casa-museo hasta el año 2012, María Mercedes Murientes, actuó como guía mostrando la riqueza patrimonial que alberga este centro de gran interés arquitectónico, etnográfico, literario y documental que, además de las visitas turísticas y culturales, también es objeto de interés por parte de investigadores nacionales e internacionales.
La historia
El origen de la Casona de Tudanca se remonta al año 1752 en el que Pascual Fernández Linares, un indiano de la localidad que tras hacer fortuna en Perú retorna a su pueblo y manda construir el edificio que cuenta con una torre sobre un pasadizo, capilla y casa para vivienda con establo.
Pero su singularidad alcanza la máxima importancia por la personalidad y actividad desarrollada por su último propietario antes de cedérselo a la entonces Diputación de Santander, José María de Cossío, y por su estrecha relación con los escritores y artistas de la Generación del 27 lo que hace que cuente, entre otras joyas, con manuscritos de Alberti, Marañón o de dos premios nobel como Camilo José Cela o Vicente Aleixandre entre otros.
En la actualidad, la Casona de Tudanca sólo abre los fines de semana, bajo reserva previa realizada al menos con un día de antelación y en visitas guiadas en tres turnos. Esta situación se mantiene entre el 1 de enero y el 28 de marzo y el 1 de noviembre y el 31 de diciembre.
En la temporada media, entre el 29 de marzo y 14 de junio y del 17 de septiembre al 31 de octubre abre los sábados y domingos de 10.30 a 14.30 y de 15.30 a 18.30 horas, excepto en Semana Santa. En la temporada alta, del 15 de junio al 15 de septiembre, abre de martes a domingo en horario de mañana y tarde.