Muere un hombre de 68 años por un infarto mientras achicaba agua en su casa de Vioño
Dionisio Perales, un comercial de refrescos ya jubilado, trataba de llegar de madrugada a la casa de sus padres, ambos nonagenarios, en Salcedo
Dionisio Perales, 'Dioni, el de Cocacola', ya no volverá a frecuentar el bar de Las Vías, en Renedo, como hacía cada vez que le sobraba ... tiempo después de dejar a sus padres –ambos nonagenarios– «arreglados». Era lo que él respondía, en ese mismo bar, a quienes le preguntaban qué tal había ido la mañana. 'Dioni', vecino del barrio La Ventilla (Vioño), falleció de la madrugada, a los 68 años de edad, como consecuencia del fallo cardíaco que sufrió mientras achicaba agua de su garaje. Trataba de llegar a casa de sus padres, en Salcedo, una de las zonas devoradas por el Pas. Pero no pudo ser. Esta vez, no. La fuerza del río se cruzó en su camino y no dejó que les «arreglara» más.
La pérdida de 'Dioni' ha sido una de las consecuencias indirectas de las fuertes inundaciones sufridas en esta localidad de Piélagos y un mazazo más para un pueblo que se hacía eco de la noticia mientras asistía en primera persona a las escenas insólitas que iba dejando uno de los desastres naturales más violentos de los últimos años en la localidad.
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El hombre, un comercial de refrescos ya jubilado, era muy conocido dentro y fuera de Vioño, ya que había pasado buena parte de su vida visitando establecimientos hosteleros. Muchos incluso habían compartido con él épocas de juventud y recuerdan lo «afable» y «campechano» que era siempre con todos. Así lo expresaba Emilio Portilla, un vecino de Vioño que jugó con él al fútbol en el Vimenor. «Una lástima, sin duda».
La pérdida de 'Dioni' ha sido una de las consecuencias indirectas de las fuertes inundaciones sufridas en Piélagos y un mazazo más el pueblo de Vioño
«Para nosotros era 'Perales, el de la Cocacola'», decía Antonio, un hostelero de Vioño de Piélagos que le había conocido cuando estaba en activo.
El drama de las inundaciones cobró mayor intensidad tras el fallecimiento de este vecino. Cuando de madrugada se disponía a llegar a casa de sus padres, el agua ya anegaba su garaje y el acceso a su vivienda, de tal manera que, tras sufrir el paro cardíaco tuvieron que ser los bomberos quienes accedieran al garaje y los servicios de emergencias ya no pudieron hacer nada por su vida.
Dionisio era padre de tres hijos. Sus familiares no daban crédito a lo sucedido. «Todavía no me lo creo», reconocía a este periódico Silvia, una de sus hijas, todavía conmocionada.
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