Piélagos se rinde ante De la Sierra, un «ejemplo» a nivel político y personal

En el cine Vimenor, de Vioño, abarrotado de público, ni al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, le salían las palabras. Con una voz entrecortada y visiblemente emocionado, el líder regionalista recordó «los 43 años al lado de él. Estábamos muy unidos y era todo lo contrario a lo que soy yo», dijo. Improvisó, contó anécdotas y se despidió dirigiéndose a él con un expresivo «Rafa, ¡cuánto te echo de menos cada día!».

El nombramiento de Hijo Predilecto que concedió el Ayuntamiento de Piélagos al cofundador del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), por ser un «hombre de consenso», «una buena persona» y «un ejemplo», como destacó la alcaldesa, Verónica Samperio, durante su discurso inaugural, generó gran expectación. Flanqueado por dos grandes banderolas donde bajo la imagen de Rafael de la Sierra podía leerse «razón» y «corazón» , el escenario del Vimenor se llenó de autoridades, a la derecha, y de familiares, a la izquierda. En medio, el atril, por el que irían pasando la alcaldesa, luego la sucesora de Rafael de la Sierra, la consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández, y finalmente el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. La Agrupación Coral Amigos del Mar de Santander fue la encargada de amenizar la gala y la periodista Leticia Mena, de conducirla.

Todos -incluida la presentadora- tuvieron en algún momento de la gala ese nudo en la garganta que impide disimular que la emoción está a flor de piel. Y lo estaba. No sólo había nacido y crecido en Piélagos y pasó buena parte de su juventud en el teatro que ayer le brindó homenaje, sino que además había tenido una trayectoria brillante dentro y fuera del PRC. La mano derecha de Revilla, su cara 'b', su complemento perfecto y, por supuesto, uno de los impulsores de aquel ideario revolucionario del 76 del que Cantabria saldría reconocida como Autonomía.

«Es uno de los discursos más difíciles a los que me he enfrentado», reconocía la regidora socialista, que habló de la primera impresión que tuvo al conocer a De la Sierra y de que aquella sensación que tuvo al tener delante a «una buena persona» terminó confirmándose con el tiempo y acrecentándose con el paso de los años, cuando ya les vinculaba la política. «Un ejemplo», un «hombre de consenso», de «diálogo» y «resolutivo», calificaba Samperio, para quien sería necesario «hoy más que nunca» en estos tiempos «convulsos», aplicar los valores de De la Sierra.

También emotivo fue el discurso de la consejera regionalista Paula Fernández, que elogió la figura de una persona que «tenía esa virtud rara en política de sumar y no restar». Un hombre de gran «serenidad», que «se centraba en lo que une y no en lo que diferencia», que había enseñado a casi todo. «Porque Rafa, a lo único que no nos enseñaste fue a vivir sin ti», concluyó Fernández.

Entre los asistentes, se encontraban compañeros de partido, como Francisco Martín y Guillermo Blanco, pero también del resto de formaciones políticas. Históricos del PSOE como Miguel Ángel Palacio, Eva Díaz Tezanos, Jaime Blanco o Rosa Inés García asistieron a la cita. La interpretación del himno de Cantabria por parte de la Agrupación Coral Amigos del Mar, con todos los asistentes en pie, cerró el acto.