Un alga asiática invasora ocupa las playas de Noja: «Llega hasta las rodillas»
Un banco de rugulopteryx okamurae que se encontraba en el Cantábrico invade Trengandín y Ris y ahuyenta a los bañistas
El Ayuntamiento de Noja ya era conocedor en mayo de la presencia en el Cantábrico de la japonesa rugulopteryx okamurae, un alga invasora que desde ... hace unos años ha orbitado las costas españolas y que fue vista por primera vez en 2015 en Ceuta. Ahora no hace falta ir mar adentro para encontrarla sino que basta con darse un paseo por Trengandín, cuya arena se encuentra repleta de algas. Las algas han invadido aproximadamente 2 kilómetros de la orilla y cubren una extensión de unos 20 metros de anchura en Trengandín, entre la arena seca y la línea de agua.
Lo mismo pasa en Ris. La marea marrón «llega hasta las rodillas», según cuenta Verónica Ruigómez, la directora del Centro de Buceo Sirenia. «Estoy planteándome cerrar el centro porque ya no se puede ver nada».
Esta no es la típica alga, sino que se trata de una especie invasora que se reproduce demasiado rápido para su ecosistema. Las esporas que deja crecen a una velocidad considerable, dejando un banco gigantesco en la superficie que no deja pasar ni la luz ni el oxígeno, lo que asfixia a las especies que se encuentran debajo. «En los últimos buceos hemos visto entre un 30% y un 40% menos de vida de lo que se suele ver bajo el agua».
Ruigómez señala que, entre las especies afectadas, se encuentran los congrios, los centollos, las mantas rayas, las nécoras... Lo que es la fauna marina local. También afecta al alga local, el gelidium. «Nosotros normalmente arrancamos gelidium todos los años para que no crezca demasiado, pero este año no vamos a hacerlo porque, si lo hacemos, el alga asiática va a invadir la zona».
«Los primeros en verlo en las playas de Cantabria fueron los pescadores, que dieron el aviso en mayo»
Mireia Maza
Alcaldesa de Noja
«En los últimos buceos hemos visto un 35% menos de vida de lo que solemos ver bajo el agua»
Verónica Ruigómez
Directora de Sirenia
La alcaldesa de Noja, Mireia Mazas, también explica este problema. «Los primeros que lo vieron fueron los pescadores, que dieron el aviso en mayo». En ese entonces, los bancos de rugulopteryx okamurae acababan de aparecer en las costas cántabras por primera vez. Ya se habían visto en el resto del territorio nacional, especialmente en las costas del Sur donde, solo en Ceuta, se recogieron hasta 15.000 toneladas al año. Ahora le ha tocado el turno a Cantabria. El concejal de Seguridad Ciudadana, Roberto Ruiz Hazas, comenta que el alga «había estado en el mar Cantábrico bastante tiempo y este año ha llegado a las costas». Aunque se parece al gelidium, tiene bastantes irregularidades en las hojas y los peces no desovan en ella.
Dificultades para retirarla
Mazas también ha señalado la dificultad para eliminar a esta especie invasora de las costas: «Se reproduce por esporas, entonces no podemos usar la desbrozadora porque eso solo hace que se esparza». También señala que el Ayuntamiento no puede hacer mucho sobre el problema. «Nosotros no tenemos la competencia de las costas, sino la de las playas».
Llevan tiempo intentando tratarlas desde el primer avistamiento en el mar Cantábrico, pero no han tenido mucho éxito. «Lo único que podemos hacer por ahora es cribarlas. También en la zona seca de la playa se pueden quitar con una pala especial, que llega este lunes, pero todavía estamos estudiando como poder gestionar este problema en conjunto con el resto de las instituciones». Mientras tanto, el alga se sigue expandiendo, complicando las actividades de pescadores y el disfrute de las playas de Noja, repletas de bañistas.
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