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Los reclusos como Carlos ayudan a los perros a recuperarse y a la vez ellos les ayudan a ser mejores personas. Celedonio Martínez
Rapid, el perro rehabilitado en el Dueso

Rapid, el perro rehabilitado en el Dueso

La Asociación Galgos de Casa realiza en el penal un programa en el que los internos reeducan a estos canes

Ana Cobo

Santoña

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Domingo, 5 de agosto 2018, 07:50

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En unos días, Rapid dejará la prisión para irse a vivir con su familia adoptiva a Galicia. Tras dos años dentro del penal de El Dueso está totalmente reeducado y rehabilitado para afrontar una nueva vida. Su condena, curiosamente, la sufrió fuera de la cárcel cuando le utilizaron y maltrataron para correr en canódromos. Le abandonaron en el momento que ya no rendía para ese fin. En El Dueso ha encontrado su casa. Y en los internos, unos 'padres' que se han volcado con este galgo que llegó tímido y rehusando las caricias y hoy busca constantes mimos, siendo feliz y sociable.

Rapid forma parte de un proyecto pionero impulsado por la Asociación Galgos de Casa, que tiene una de sus sedes en Torrelavega, y se dedica al rescate y la recuperación física y psicológica de estos canes maltratados y abandonados con el objetivo de encontrarles una familia.

Desde hace dos años, este colectivo tiene en la prisión de El Dueso una de sus casas de acogida. Allí, desarrollan el programa 'Dos vidas y un día' que consiste en que «los internos ayudan a recuperarse a los perros, al mismo tiempo, que los animales les ayudan a ellos a ser mejores personas», explica Eva Ceballos, presidenta de Galgos de Casa. «Este proyecto de rehabilitación es pionero a nivel mundial porque su esencia es que las dos partes se aportan mutuamente».

Tras dar a conocer la labor que realizan los voluntarios de la protectora con los galgos a través de charlas y vídeos que proyectaron a los internos, la asociación de la mano de los asistentes sociales y la dirección del centro diseñó esta iniciativa a su medida. La tarea de los reclusos se basa en preparar a los perros para entregarles a unos nuevos dueños. El objetivo del programa es «motivarles a que se sientan útiles y parte de la cadena de solidaridad que comienza con el rescate y concluye con la adopción». Ellos están en medio involucrados en la reinserción del animal, sin esperar nada a cambio. Por el simple placer de hacerlo.

El eslabón inicial de esta cadena se llama Rapid. Él fue el primer perro en entrar al Dueso en noviembre de 2016 y será el primero en salir el próximo 16 de agosto para irse con una familia gallega. No está solo. Siempre tienen dos galgos. El otro es Red, al que en el pasado solo quisieron para la caza.

La elección de Rapid no fue al azar. Desde Galgos de Casa le eligieron porque, dentro de su triste situación, era más sociable y no tenía tantos miedos, lo que facilitaba la labor de los reclusos, inexpertos hasta ese momento en el adiestramiento. «Hay perros que tienen problemas de ansiedad, agresividad, que son desequilibrados emocionalmente y esos necesitan una persona más profesional». Además, cuando le llevaron al penal con otros canes para seleccionar finalmente a uno, Rapid no paró de interactuar con los reclusos. Quería quedarse.

Socialización

Hechas las presentaciones, durante el primer año, los internos han realizado una ardua tarea de socialización con el perro para que «gane en autoestima, sea más equilibrado y no huya despavorido cuando, por ejemplo, alguien estornuda o levanta la mano porque tiene muchos traumas». Conseguido esto, los siguientes pasos se han basado en educar al animal. «Que aprenda a quedarse solo, a hacer sus cosas en un sitio, a que se siente, a seguirte...». Todo ello se lo han ido enseñando bajo la supervisión de voluntarios de Galgos de Casa que mensualmente les han visitado y aportado pautas para el aprendizaje de Rapid y Red, más retraído, que se sumó tiempo después.

En estas visitas, explica Ceballos, han percibido como ganan todos. «Los perros teniendo la oportunidad de ser ayudados, de conocer el cariño, de estar protegidos... Y los internos mejoran su autoestima, empatizan, ven que con muy poco se ayuda mucho, que se puede volver a confiar y que hay etapas en la vida que se superan».

En el programa participan unos cinco reclusos que se han involucrado al 100% como la dirección del centro. «Uno de ellos apenas salía al patio y hablaba y ahora no deja de contar los avances del perro. Se siente mejor porque ve que hace una buena labor». Otro, Carlos, consiguió un permiso para desfilar con Rapid en Torrelavega en la Feria de la Adopción Responsable el año pasado.

El animal ya está recuperado y hay una familia de Galicia que quiere adoptarle. La asociación ha comprobado que son los adecuados para dar el hogar que necesita este can tan especial. «Les he contado toda la historia de este perro y que es el primero que sale del penal. Al adoptarle pasan a forma parte de este programa y están entusiasmados. Vendrán el 16 agosto a por Rapid hasta el Dueso». Y es que los internos, apenados por su marcha, no quieren entregar a su 'hijo' sin conocer a sus nuevos padres. En el encuentro les explicarán como cuidarle para que se adapte a la perfección su casa gallega. Pronto recibirán otro galgo, que se unirá a Red, para volver a empezar el proceso. Pero con Rapid se inició todo.

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