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Al Ayuntamiento de Villaescusa hay dos proyectos que le han salido 'rana'. La Consejería de Turismo asignó una partida de 48.000 euros al Consistorio para, en un principio, colocar rótulos luminosos en la rotonda de Villanueva, pero la iniciativa fue desestimada por Carreteras. Así que el alcalde, Constantino Fernández (PRC), decidió utilizar el dinero concedido por el Ejecutivo para satisfacer otra reclamación popular: iluminar la fachada de la iglesia de Santa María de Obregón. «Es el monumento más bonito que tenemos en la zona y por la noche parecía la boca del lobo», justificó el propio alcalde ayer. El plan era instalar los proyectores en el suelo y que la estructura del edificio religioso brillase bajo la luz artificial. La cosa estaba clara, pero las obras no daban comienzo, así que el diputado socialista Pablo Zuloaga llevó la cuestión al Parlamento. Y Turismo respondió. Solo que quizá no cómo se esperaba.
La Dirección General de Turismo y Hostelería informó de que el pasado 7 de abril notificó al Consistorio «la imposibilidad de acometer el proyecto, al ser el bien objeto de actuación de titularidad privada, en concreto, de titularidad eclesial». Y continuaba: «Con el presupuesto de esta entidad únicamente se realizan inversiones en bienes de titularidad pública municipal o de otra administración pública». Así las cosas, el Ayuntamiento ha decidido en última instancia utilizar los 48.000 euros para cubrir el parque infantil ubicado frente al edificio consistorial.
«Para eso –manifestó el regidor– no es necesario pedir permiso» y la cubrición del parque es otra demanda de los vecinos. El proyecto para instalar una cubierta en el área recreativa tiene un coste «similar a la iluminación de la iglesia», por lo que el regidor espera que a la tercera, vaya la vencida. «Lo siento por los feligreses, pero entiendo que la Consejería se niegue a subvencionar este proyecto al tratarse de un bien que es propiedad del Obispado», expresó el regidor.
Constantino Fernández no descartó «colocar proyectores en el exterior de la iglesia, pero fuera del terreno privado». Algo que tendría que pagar el propio Ayuntamiento, pero que por ahora no se proyecta llevar a cabo. «Existen muchos otros proyectos que tienen prioridad».
Así que de momento, la iglesia de Santa María en Obregón, una de las joyas arquitectónicas de Villaescusa, continuará sin luz durante la noche. Por suerte, llega el verano y los días son cada vez más largos, por lo que hay durante más horas luz natural para observar el monumento, construido en 1906, que forma parte del patrimonio de Cantabria y cuya característica principal es la cúpula que destaca sobre el crucero de la estructura.
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