«Aquí ningún concejal vive de la política»

-¿Cómo llegó a la política?

-Yo no soy político. Llegué aquí porque el anterior alcalde (Daniel Trueba) me llamó y me dijo que tenía que ir con él. Ya llevaba más de treinta años en el cargo y en casa le decían que ya era hora de retirarse. Fue cuando se empeñó en presentarme. Recuerdo que yo le decía «mira Daniel, no me pongas a mí, que no quiero complicaciones», pero el me respondía siempre «tu no digas nada». Yo en aquel entonces no quería ir, porque yo me llevo bien con todo el mundo y no quería complicarme. Quedaba un mes para las elecciones y en casa nadie sabía nada, ni siquiera mi mujer.

-¿Y qué pasó?

-Pues que llegué a la Alcaldía por el empeño de Daniel de que tenía que ser yo quien lo sustituyese, y lamentablemente lo tuve que hacer antes, porque el hombre enfermó y falleció. Yo fui alcalde a dos meses de las elecciones en las que conseguimos seis concejales de siete que tiene el municipio, seis PP y uno PRC. En la última cita con las urnas, el PRC ha cambiado de candidato y ha conseguido un concejal más, cinco a dos.

-¿Cómo fue su primera experiencia como alcalde primerizo en 2011?

-Te encuentras con un alcalde que ha hecho muchísimo por el Ayuntamiento. Daniel fue alcalde casi toda su vida y nos ha dejado una marca que no podremos igualar.

-¿Cómo es el día a día aquí?

-Es un Ayuntamiento pequeño y somos diferentes a los demás porque aquí no vivimos de la política. No se cobra por ser alcalde, no cobran tampoco los concejales del equipo de gobierno ni los de la oposición, no tenemos dietas de pleno, aunque tengamos derecho a cobrar.

-¿Cómo se encontró el Ayuntamiento y qué presupuesto tiene?

-Yo me encontré un Ayuntamiento saneado económicamente. Tenemos un Presupuesto de poco más de 300.000 euros para 515 habitantes. Aunque seamos pocos hay mucho movimiento.

-¿De qué vive la gente aquí?

-De un sector que está muy mal en todo Cantabria, que es la ganadería, porque aquí no hay industria. Hay gente que ha evolucionado y ha hecho naves y son los que pueden subsistir. Antes podía vivir una familia con diez vacas y, ahora, necesita cien para poder subsistir malamente. Yo ando con un camión de ganado por toda Cantabria y pasa lo mismo en todas partes. El problema de la ganadería hoy es que sino suben el precio de la leche, la gente lo va a dejar porque no hay relevo generacional y la gente joven se busca otras alternativas.

-¿Las alternativas son marcharse?

-Sí, salirse. Aquí el alcalde anterior hizo viviendas de protección en Saro, pero la gente se busca otros sitios por los trabajos.

-¿Cuál es el problema más importante por resolver en Saro?

-El problema que tenemos, que es gordísimo, es que hay días que por no tener la fibra óptica no podemos trabajar. Llevamos dos años luchando con la empresa Adamo que nos dijo que estaría para el 2019, pero se encontraron con problemas porque no sabían por donde lo iban a traer. Ahora lo han licitado para hacerse en el veinte. Además, hemos conseguido una subvención con Netcan para conectividad, para instalar unas torres y antena y vamos a tener unos 30 megas. Espero que así pueda trabajar la gente.

-¿Aparte de la incomunicación tecnológica, qué otros retos tienen?

-Los caminos que nos cuesta mucho arreglarlos, los argayos...

-¿Cómo lo van solventando? ¿Les ayuda el Ejecutivo?

-Con Ganadería en ocho años hemos conseguido un camino y nada más. Opino que es un poco sectarismo por el tema de la política ¿Sabes?. Pides ayudas porque estamos en zona a rural y tienes problema, tiran más para los alcaldes del PRC.

-¿Cómo arreglan lo que se rompe?

-Con peones, ahora tenemos siete durante seis meses. También tenemos a la administrativa y un secretario. Yo también soy de los que nunca apaga el móvil. Hace unos días, un domingo me llamaron a las seis y media de la mañana que había una carretera cortada por un árbol y fuimos un peón del Ayuntamiento y yo con una motosierra a retirarlo.

-Y en materia de saneamientos...

-Nos queda alguna zona, pero llevamos con saneamiento en los núcleos urbanos 25 años, aunque queda alguna fase. De hecho las depuradoras se han reformado el año pasado y el anterior. En lo diseminado se utiliza una fosa séptica.

-Han denunciado a Villacarriedo a la Fiscalía por un tema de vertido o falta de saneamiento en Abionzo, ¿está ya solucionado?

-No está solucionado y supongo que se solucione mal. Ellos llevan quince años vertiendo las aguas fecales de Abionzo (Villacarriedo) a un acuífero sin depuradora ni nada y que afecta a vecinos de Saro. Nosotros les hemos advertido muchas veces y hemos tomado muestras con una empresa que nos dijo que era para meter a la cárcel al que lo estaba haciendo. Cuándo llueve mucho la gente nos viene que el agua sabe mal y no han dejado un pez en el río. Cómo era un problema grave de salud pública decidimos en el Pleno votar y tomar medidas, por eso lo mandamos a la Fiscalía, aunque primero les dimos un plazo. Ahora (tras la denuncia) se han movido y han pedido permiso para hacer una depuradora. Han presentado el proyecto en Medio Ambiente de hoy para mañana, cuando llevan muchos años haciendo una aberración. Les hemos denunciado porque nos advirtieron que legalmente podríamos tener nosotros un problema gordo si alguien presentaba una denuncia por contaminarse con el agua. El problema es que la depuradora tampoco va a ser una solución tal y como la plantean.

-¿Cuál es entonces la solución?

-No nos vale que viertan el agua de la depuradora en el mismo lado, habrá que cambiarlo.

-Y qué les pasa con los montes de utilidad pública, también tienen problemas...

-Prácticamente tenemos todos los vecinos problemas y nuestras fincas están afectadas. Cuando hacen campaña electoral nos dicen que todo lo van a solucionar y desafectar las parcelas -algunas con viviendas, cabañas o estabulaciones-, pero luego se olvidan de nosotros. La cosa es muy compleja.

-¿Porqué se salieron de la propuesta de la Reserva de la Biosfera?

-Nosotros necesitábamos saber las restricciones y nadie nos ha informado bien. Ellos te dicen que no hay ninguna, pero el Pleno decidió quedarse fuera de momento porque nadie nos garantiza nada, ni si eso pudiera ser un problema añadido a las fincas afectadas por Montes. Si nos lo dan por escrito, no sólo de palabra, que nos resuelven ese problema que tenemos y nos aseguran que no hay restricciones, entraríamos.