Los bajos del Casino de El Sardinero están ya en funcionamiento al completo
Hay nueve locales de actividad variada: cinco establecimientos hosteleros, una tienda de alimentación, un banco, una farmacia y una clínica
La gran reforma de los bajos del Casino de El Sardinero finalizó en 2023 y, poco a poco, los locales que surgieron de esta ... obra se han ido ocupando. Entre los que hay a un lado y a otro de las escaleras de acceso a la parte superior, la que ocupa el casino en sí, hay nueve locales, aunque los que se rehabilitaron hace dos años son los que quedan a la derecha -si se mira el edificio de frente-. Pero no ha sido hasta hace apenas unas semanas cuando se han llenado todos los espacios, a un lado y al otro del inmueble. En total, hay cinco establecimientos hosteleros, un comercio, un banco, una farmacia y una clínica. El último en abrir ha sido Umi Sushi, un bufet asiático justo a la izquierda de las escaleras -en la parte 'no renovada'-.
En esta zona, la más cercana a la calle Joaquín Costa, hay negocios anteriores a la reforma tanto del edificio como de la propia plaza, pero también los hay recién inaugurados. Mantequerías Cántabras -una tienda de alimentación gourmet- y una sucursal del Banco Santander llevan más de una década allí. Más recientes son Las Cántabras, un gastrobar del mismo grupo que la tienda gourmet, y Al Norte, un restaurante de picoteo y comida tradicional que abrió sus puertas en 2021, poco después de que se terminara de remodelar la Plaza de Italia. Entre este local y las escaleras había una farmacia que se trasladó en 2023 al otro lado del edificio, a los locales renovados. Por lo que, una vez que se llenaron los bajos nuevos, quedó un hueco entre los que no se rehabilitaron. Y ese espacio ha estado vacío hasta hace escasas semanas. Aunque un grupo hostelero asentado en el centro trató de abrir un nuevo restaurante allí, la demora con las licencias le hizo desistir. Finalmente, ha sido Umi Sushi quien ha abierto.
Al otro lado de las escaleras, en los locales que se rehabilitaron recientemente, está Burger King en la primera posición, un negocio de comida rápida que atrae, sobre todo, a público joven y que abrió antes del verano de 2024. Al lado está La Primera, un restaurante que sufrió largas esperas para obtener la licencia de apertura y que, aunque tenía intención de trabajar ya el pasado verano, no pudo abrir sus puertas hasta diciembre de 2024 por ese retraso en los trámites. De hecho, fue el último negocio en abrir entre los bajos renovados. A su lado está la farmacia que se trasladó desde el espacio donde hoy está el restaurante asiático y que fue el primer establecimiento que abrió a este lado del Casino en 2023. En el último local -que abarca toda la esquina- abrió la clínica Quirón poco después de que lo hiciera la farmacia.
Esta segunda vida para los bajos del Casino llega unos años después del cambio de imagen de la plaza y su conexión semipeatonal con los Jardines de San Roque, unas obras que estuvieron listas en 2020. Con aquella actuación, la plaza ganó casi 2.000 metros cuadrados y se cambió la pavimentación del suelo, las zonas ajardinadas y los bancos, algo que generó polémica por la gran transformación de la zona, que no tiene nada que ver con su estética belle époque anterior.
La renovación de los locales ha ido de la mano con la idea que siempre mantuvo la propiedad, el Grupo Sardinero -del Grupo Armando Álvarez-, de recuperar la estética clásica en toda la parte inferior del Casino. Para ello se quitaron aquellas 'peceras' anexionadas a la fachada de los bajos, metálicas y de cristal, que no dejaban ver los arcos que se recuperaron hace dos años. El Lisboa, el Rocamar, el Erikka y La Góndola fueron algunos de los populares restaurantes que durante cuatro décadas llenaron sus locales y sus 'peceras', y que cerraron entre 2012 y 2015.
Además de los bajos, también habrá cambios en el resto del edificio del Casino, donde el área de hostelería ganará espacio al de juego. Así, la empresa Comar, que lleva cerca de dos décadas al frente de la actividad, ejecutará una nueva distribución planteada por el Consejo de Administración para restar espacio al área de tragaperras, ampliar la de bar y expandirla también por la terraza del ala izquierda del inmueble, actualmente sin uso. Con esta acción, el inmueble pierde poco a poco la actividad para la que fue concebido y ese espacio lo gana la hostelería.
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