La bendición de las palmas abre el Domingo de Ramos

El reloj marcaba las 11.00 horas cuando las diez cofradías -La Pasión, Los Dolores, La Merced, El Descendimiento, Santo Entierro, Esperanza, Agonía, Salud, Amor y La Inmaculada- comenzaron la procesión dominical que recorrió Calvo Sotelo. La sonrisa era la misma tanto en los más veteranos, que se saben el recorrido de memoria, como en los más pequeños, que lo hacían por primera vez. «Es el final a un año de preparación y es apasionante», repitió González.

La lluvia dio una tregua esta mañana y el buen tiempo animó a cientos de santanderinos y visitantes a acudir a los aledaños de la plaza de Atarazanas y de la Catedral para asistir tanto a la bendición de las palmas como a la posterior procesión, después de la misa, hasta la carpa de la Plaza Porticada. María Antonia Gutiérrez, con el ramo en una mano y el móvil en la otra, grababa emocionada toda la ceremonia. «Vivo la Semana Santa de forma intensa. Me encanta ver todas las procesiones. Aunque reconozco que el Domingo de Ramos es de mis favoritos». Por eso, dice, inmortaliza el momento y así lo puede recordar siempre que quiera.

El obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, bendijo los ramos. «Ya desde el principio de la cuaresma nos venimos preparando con obras de penitencia y caridad. Hoy nos disponemos a inaugurar en comunión con toda la Iglesia la celebración anual del misterio pascual de la pasión y resurrección de nuestro señor Jesucristo», expresó el obispo antes de dar comienzo a la procesión de entrada a la Catedral, en donde tuvo lugar la habitual misa en la que participaron los diferentes nazarenos y la Junta de Cofradías.

Esta tarde, a las 18.00 horas, se celebrará la procesión infantil, en la que participan las cofradías Los Dolores y La Pasión, que saldrán de la iglesia de San Francisco y la Plaza Porticada, respectivamente, para encontrarse en la esquina de Juan de Herrera con Isabel II y continuar juntas por la calle San Francisco hasta la Porticada.