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Javier Cotera

La apertura al tráfico de la calle Cervantes se retrasa hasta enero

De forma experimental podrán circular todo tipo de vehículos| Desde el Ayuntamiento de Santander esperan que los peatones puedan transitar en el puente de diciembre

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Jueves, 22 de noviembre 2018, 16:48

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El 7 de enero, por fin, la calle Cervantes volverá a abrirse al tráfico. Solo un carril eso sí, el que queda tras priorizar la peatonalización de la zona. Un plazo que retrasa en torno a un mes la fecha inicial, prevista para el puente de diciembre. Y hay otras novedades, el tráfico circulará sin restricciones -podrán pasar todo tipo de vehículos- al menos durante un tiempo y de forma experimental para ver cómo se comporta el tráfico en la zona. No obstante, espera que al menos los peatones puedan transitar de nuevo por ella para esa fecha, cuando ya esté colocado todo el pavimento, el mobiliario urbano y los árboles.

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha explicado que la decisión de abrir a la circulación sin restricciones -inicialmente solo iban a circular vehículos de servicio y residentes- se ha adoptado tras analizar los datos del tráfico registrado en las calles del entorno desde que empezaron las obras y se cortó. La decisión, ha insistido, se ha tomado con el consenso de vecinos y comerciantes de la zona.

No obstante, será una circulación sin restricciones 'experimental', es decir una especie de test para ver cómo se comporta el tráfico y si los estudios realizados por el Grupo de Investigación de Sistemas de Transporte de la Universidad de Cantabria determinan que el tráfico libre por una vía de un único carril genera congestiones en la zona. Se estudiarán medidas adicionales o bien se volverá a la idea de limitarlo a un tráfico restringido, de manera total o durante determinadas horas del día.

Menos tráfico en unos sitios, más en otros

El seguimiento del tráfico realizado por el Grupo de la UC desde que comenzaron las obras y se cerró la calle pone de manifiesto que la franja entre las 11.30 y las 12.30 horas es la de circulación más densa, lo que se produce, ha explicado Igual, no tanto por la intensidad del tráfico, sino por la afección de las personas que cruzan por el paso de peatones del final de la calle Isabel II con la calle Cubo, que no está regulado por semáforos.

Ese estudio también concluye que en el tramo de Cervantes desde Guevara a Cisneros se ha reducido el flujo en 4.600 vehículos/día, lo que representa un 50% de disminución; Guevara ha bajado en 2.100 vehículos/día, un 26%; Vía Cornelia, 1.600 vehículos/día menos, un 33%; y Cisneros, 800 vehículos/día menos, un 27%.

Por contra, y pese a haber menos tráfico en general, el existente por el tramo final de Cisneros y La Enseñanza se incrementa en 3.200 vehículos/día, un 85% más, tal y como se desprendía del modelo de la Universidad.

En cuanto a la obra, Igual ha indicado que la previsión era que estuviera completamente finalizada para el puente de la Constitución y «se va a hacer todo el esfuerzo posible para que así sea», de manera que el día 5 de diciembre esté todo terminado, pero aún puede quedar pendiente una pequeña parte de la obra por realizar, que sería el entronque con la calle Cisneros. En realidad el carril para los vehículos podría estará acabado en esa fecha, pero todavía habría que esperar a que fragüe bien el suelo, por lo que se ha decidido aplazar hasta después de la campaña de Navidad para no entorpecer a los comercios.

Asimismo, el Ayuntamiento organizará una campaña de dinamización comercial dirigida a las calles de este entorno, con el fin de favorecer la actividad en este sector durante la campaña navideña.

La alcaldesa ha detallado que las obras se han complicado porque en la calle Jesús de Monasterio ha sido necesario ejecutar una renovación de la red de abastecimiento «mucho más compleja» de lo previsto, que ha obligado a suprimir temporalmente un carril de circulación de Jesús de Monasterio.

Además, al realizar las labores para colocar los contenedores soterrados en la confluencia entre las calles Cervantes y Miguel Artigas, ha aparecido una roca «de gran dureza», lo que ha dificultado esos trabajos y ha condicionado los plazos. La alcaldesa ha pedido disculpas a los vecinos y comerciantes -con los que dice que se ha mantenido un contacto constante- y ha explicado que a varios bloques se les ha financiado el abono de parking proque el acceso a sus garajes quedó cerrado.

Las obras de mejora urbana de la calle Cervantes, con una inversión cercana a 1,3 millones de euros, se iniciaron en septiembre. Durante estas semanas previas, la transitada vía ha ido mostrando sus futuros rasgos. Las nuevas baldosas han asomado ya en el primer tramo de acera, entre Jesús de Monasterio y la calle Miguel Artigas.

También las grandes losas de granito en la acera oeste, lindando con la calle del Rubio y, días después, los adoquines, en un binomio de rosas y grises, que se reparten por las aceras más anchas, para que el peatón camine mejor y en total.

Para los comerciantes de la zona, es fundamental que la calle sea transitable en el puente de la Constitución, cuando se da el pistoletazo de salida de las fiestas navideñas, para poder atender con comodidad al público.

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