Costas construye un rompeolas para proteger La Maruca de los temporales
Los vecinos tachan la intervención de «barbaridad ambiental» y reclaman al Ayuntamiento que vigile la actuación y proteja la zona
Una enorme escollera construida con piedras de 2.000 kilos colocadas de forma arbitraria, a modo de rompeolas, se está levantando en la playa de La Maruca para protegerla de los temporales y la erosión del terreno que se desplaza. Se trata de una actuación de la Demarcación de Costas, que comenzó el pasado martes, con el propósito de cerrar una cavidad que abrió el mar la pasada primavera y que conllevó un desprendimiento de piedras.
La medida que ha afectado a la estética del paisaje del pequeño puerto de pescadores, ha crispado los ánimos de vecinos y usuarios de la zona, «indignados» con lo que califican de «barbaridad medioambiental». Por ello, piden al Ayuntamiento de Santander que «vigile la actuación». «Se trata de un pegote -dicen- que arruina las vistas que disfrutábamos los que venimos aquí desde niños».
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Otros vecinos aseguran que fueron testigos de anomalías durante los trabajos. «Vimos como se les escurrían las piedras al realizar el volcado de la escollera y por eso ha quedado de esta manera tan desordenada». Sin embargo, Costas matiza que se trata de «la única solución posible para frenar la erosión del terreno y proteger al usuario mediante la colocación de las piedras a modo de rompeolas, sin ordenar, de forma que el mar choque y pierda su energía al entrar por los huecos». Costas, organismo que depende del Ministerio de Medio Ambiente, ejecuta esta obra de carácter menor dentro del contrato de mantenimiento para reparaciones rápidas.
En primavera hubo un desprendimiento, se cayó un muro de piedra y se cerró un paso
A pocos metros de esta zona, también en primavera tuvo lugar otro desprendimiento del terreno, que afectó a un muro de piedra y a un pequeño camino de acceso al Centro de Interpretación del Litoral de La Maruca. Este muro de piedra será rehabilitado la próxima semana y se llevarán a cabo los trabajos para rehabilitar el paso peatonal. La actuación consistirá en levantar un muro vertical de mampostería de piedras ciclópeas (de gran tamaño), fijadas con hormigón en la parte trasera.
Debate a pie de calle
En el paseo marítimo del puerto de La Maruca, los vecinos no daban crédito a la intervención en su playa de piedra. El debate surge entre quienes consideran que hay que dejar que la naturaleza siga su curso frente a los que prefieren que se creen infraestructuras que frenen la erosión para seguir disfrutándola.
Juan Carlos Llorente aseguró haber sido testigo de «como se les escurrieron las piedras al ejecutar el volcado» y criticó que el Ayuntamiento «no vigile como está quedando la actuación». Otra vecina de la zona, Milagros, coincide en que también presenció la escena «y lo dejaron tal cual». «Nos explicaron que es para hacer un rompeolas, pero aquí no rompen las olas, lo que ha ocurrido es un desplazamiento del terreno», aseguró. Esta vecina recordó a las autoridades que «no sólo hay que cuidar las playas del centro de la ciudad» y pidió que «no se olviden de esta que tanto queremos».
No todos los usuarios de esta playa están en contra de la intervención acometida: «Mejor será esto para poder seguir disfrutando de la playa, que lo cierren al público o que entrañe algún peligro, sobre todo para los niños», dice otro vecino.