El Grupo Armando Álvarez encarga un estudio del edificio 'Q.O.' para arreglarlo
Santander ·
La cafetería y una oficina ocupan los dos únicos locales con actividad | En las plantas se han retirado los falsos techos para analizar el estado actual del inmuebleCuando inauguraron el 'Kuo Center', en pleno centro de Santander, fue todo un acontecimiento. Julio de 1988 y una inversión cercana a los seiscientos ... millones de pesetas para convertir los números dos y cuatro de la calle Miguel Artigas en un moderno centro comercial con más de setenta tiendas y espacios de hostelería. Ahora, casi 31 años después, en todo el edificio sólo queda una cafetería en la planta baja y la oficina de publicidad y suscripciones de El Diario Montañés también a pie de calle. En las otras seis plantas no hay nada. Vacío. De hecho, en los últimos días en la zona ha sido palpable el movimiento de operarios. El ir y venir, lo que ha despertado la curiosidad del vecindario. Desde el Grupo Armando Álvarez confirman a este periódico que se ha «encargado un informe a un estudio de arquitectura e ingeniería» para conocer las condiciones del inmueble con la idea de «arreglarlo». Aseguran que aún desconocen «qué se va a hacer» y descartan que estén trabajando -es el rumor más extendido- en convertirlo en un edificio «con un uso hostelero».
«Antes de programar cualquier cosa vamos a ver el estudio que hemos encargado», cuentan las mismas fuentes. En el interior del edificio lo que se ha hecho es retirar el falso techo (y las instalaciones de luz o de ventilación asociadas a esta parte) para poder estudiar la estructura.
Lo que puede verse desde fuera es un par de locales vacíos junto a la entrada. Una antigua perfumería con un letrero en el escaparate avisando de su traslado a la calle Lealtad y otro en el que no quedan huellas del último comercio que lo ocupó. Dentro, las mesas de la cafetería que aún está abierta ('cafetería Q. O.') ocupan buena parte del espacio. No hay más en los locales y la escalera para subir a las otras plantas está cerrada y el paso prohibido. De la fuente y la cascada que hubo en su día quedan las piedras y, en su lugar, cuatro o cinco macetas. También puede verse el panel en el que figuraban los nombres de los últimos comercios existentes y su distribución por las plantas. Una peluquería infantil, una inmobiliaria, una tienda de moda joven... Pero ya no están. Los que más resistieron fueron oficinas.
Los propietarios aseguran que aún desconocen «qué se va a hacer» y que no tendrá «uso hostelero»
«Traslado de oficinas Gesvican a la calle Juan de Herrera» y «Oficinas de Turismo Cantur - Hostelería al Parque Tecnológico» pone en un papel pegado junto a los ascensores. En las plantas, todos los locales están ya vaciados de mobiliario -aunque en muchos de ellos cuelga todavía un cartel de 'se alquila' redirigiendo a los interesados a una oficina en el bajo- y los falsos techos están ya prácticamente retirados de todas las estancias -esta misma semana estaban trabajando en ello-.
En el pasado
La imagen contrasta con la actividad que registró este lugar, especialmente en los años noventa. «Calle de la moda», se denominaban las dos primeras plantas de un centro comercial que quiso imitar el estilo norteamericano de los centros comerciales. Fue, de hecho, de los primeros en la capital sin un vínculo directo con una gran superficie de alimentación -estaba al lado del Mercado de la Esperanza y desecharon esa opción-. El resto de pisos se bautizó con nombres como 'rincón del arte' o 'estética y belleza'. El sexto, el más alto, se utilizó como área de descanso, con cafetería y un restaurante italiano. Fue un lugar habitual de reunión de adolescentes y de celebración de cumpleaños para los jóvenes. Una novedad -muchos acudieron a ver los ascensores panorámicos- en ese Santander de finales de los ochenta.
Del 'Kuo Center' al 'Edificio Q.O.'
En pleno centro de Santander, al 'Kuo' le pusieron hasta una escultura que ocupaba la mitad de la calle Miguel Artigas, frente a la entrada. Dentro, al visitante le recibían una fuente y una cascada artificial justo por delante de los ascensores panorámicos. En sus orígenes se llamó 'Kuo Center', pero a lo largo de los años ha tenido otros nombres. En la fachada del edificio colgó, de hecho, un cartel de 'Edificio Q.O.' (la cafetería que sobrevive lleva el nombre de las dos letras). Ahora ya no hay letrero en la entrada. Allí, por la zona, los que pasan lo que dicen es que están haciendo apartamentos, una especie de apartahotel, pero los propietarios niegan que tengan decidido qué van a hacer por el momento y no hay obra como tal. Sólo el informe técnico.
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