Los hosteleros: «La reducción del horario es bastante drástica. El sector está disgustado»
La Asociación de Hostelería convoca hoy a los socios que se verían «afectados» por la nueva ordenanza para abordar su postura
En la Asociación de Hostelería de Cantabria sabían que la nueva ordenanza de terrazas que presentó el martes la alcaldesa de Santander, Gema Igual, iba ... a limitar el horario de estos espacios en la capital cántabra. Pero no se imaginaban «una reducción tan drástica», reconoce su presidente, Eduardo Lamadrid. «El sector está disgustado. Este es un tema que preocupa mucho a los hosteleros, que es la gente a la que tenemos que defender. Sabíamos que iba a haber una nueva regulación, pero no creemos que la limitación deba ser así de fuerte», añade.
El texto del equipo de gobierno del PP, que aún no es definitivo, propone que la hora de cierre sea a las 00.30 horas, excepto en la Semana Grande, que se ampliará hasta las 02.30 horas. Los hosteleros abogan por diferenciar entre la temporada de invierno y la de verano, además de los días laborables y el fin de semana, entre otras matizaciones al texto. Por eso, la asociación que aglutina al sector ha convocado hoy a todos los asociados que se verían afectados por esta nueva norma para conocer sus sugerencias y abordar una postura común de cara a las alegaciones que presentarán al texto. «Hay preocupación. Porque es evidente que la decisión va a reducir sus ingresos. Dependiendo de qué tipo de establecimiento, esa reducción puede ser muy significativa y se puede traducir en una pérdida de puestos de trabajo», resume.
Que es un tema –el de las terrazas– que preocupa entre los hosteleros era de esperar. Pero, según cuenta Lamadrid, no fueron los únicos que ayer llamaron a la asociación que preside para preguntar por el asunto y mostrar su disconformidad. «No solo nos han llamado preocupados los asociados. También gente de la calle que quiere seguir disfrutando de las terrazas». Entiende que hay que cumplir con los derechos «de todos los vecinos y de los visitantes, pero también tenemos que saber que luego a todos nos gusta vivir y salir». Por eso, considera que hay que escuchar a «todas las partes implicadas, que parece que a veces hacemos menos ruido o damos menos la lata, pero hay mucha gente preocupada por este asunto».
Menos metros
El tema del horario no es el único que inquieta al sector. Y es que otra de las novedades que trae el nuevo texto, que se expondrá a tres procesos de información pública con la intención de aprobarse definitivamente la próxima primavera, es que los locales hosteleros podrán ocupar hasta el 50% de la superficie exterior del negocio de al lado si tienen autorización –hasta ahora podían hacer uso de la totalidad–. «Si tenemos al lado una tienda de ropa o una farmacia no entendemos por qué no se puede ocupar todo ese espacio y se tiene que modificar. Siempre dejando paso para los peatones y la entrada libre».
Las frases
Eduardo Lamadrid
Presidente de la Asociación de Hostelería
«No solo han llamado preocupados los asociados. También gente que quiere seguir disfrutando de las terrazas»
A Banda (Peña Herbosa)
Tomás Venero
«El tema de que nos quieran delimitar me parece fatal. Yo pago por un espacio con una serie de metros cuadrados»
Rosé (Cañadío)
Ángel Suárez
«Cualquiera puede ver que las medidas nos van a afectar mucho y que pueden suponer el cierre de negocios»
Por último, Lamadrid también se refiere a las marcas incrustadas en el suelo para delimitar el espacio que debe ocupar la terraza. «Los hosteleros claro que lo marcaremos en el suelo. Pero si alguien mueve una silla y se sale quince centímetros de lo establecido no podemos estar pendientes, porque la gente está enfocada en trabajar», añade. «Estas nuevas medidas, además de una reducción de la facturación, también va a suponer para muchos un gasto».
En la misma línea se posiciona Ángel Suárez, al frente de varios negocios en el centro de Santander con terrazas. Es el caso por ejemplo del pub Rosé, en la plaza Cañadío, o La Floridita, en la calle Bailén, junto al Mercado del Este. «Es una situación muy compleja porque la terraza es la base de muchos negocios. En los últimos años, los interiores han ido a menos. Y estas medidas, en épocas de mayor facturación por la llegada también del turismo, a nosotros nos supone mucho. Cualquiera puede ver que las medidas nos van a afectar y que pueden suponer el cierre de negocios», expone. En la zona de Peña Herbosa, que está repleta de bares y también de terrazas, tampoco están de acuerdo con el texto anunciado. Es cierto que en su caso la limitación del horario no es un problema ya que para esa hora «ya estamos todos cerrados», dice Tomás Venero, del restaurante A Banda. Sin embargo, considera que es una medida «muy injusta». « El tema de que nos quieran delimitar me parece fatal. Yo pago por un espacio con una serie de metros cuadrados. Si uno tiene tres mesas y tres sillas por cada una y quieren comer seis juntos tendría que decirles que no se puede, porque no es posible moverlas. No tiene sentido. Además en esta zona hay mucha movilidad cruzada. Si viene una persona con una caña de otro bar, ¿a quién multan?», se cuestiona. «La solución aquí es sencilla. Que se cierre al tráfico durante unas horas los fines de semana y así quitamos las terrazas de las aceras».
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