El museo dedicado a la memoria de la catástrofe del Machichaco se inaugura en noviembre
Tras los actos tradicionales de conmemoración ante el monumento santanderino, el día 3 la Estación Marítima abrirá el espacio dedicado a la tragedia del vapor
La memoria de la catástrofe del Cabo Machichaco, a finales del siglo XIX, tendrá su espacio propio, a modo de museo o centro ... de interpretación, en la Estación Marítima de Santander. El próximo 3 de noviembre, efeméride de la gran tragedia que vivió la ciudad con la explosión del vapor, será inaugurada esta sala temática de evocación de la mayor catástrofe civil registrada hasta entonces en la historia contemporánea de España: dejó cerca de 600 víctimas y 2.000 heridos.
El proyecto se remonta a la década pasada e incluso llegó a anunciarse la apertura de una exposición permanente con fondos documentales en el vestíbulo de la Estación Marítima coincidente con el 127 aniversario de la segunda explosión del vapor en 2021. Los diversos proyectos portuarios, la pandemia y la remodelación del edificio concebido por el arquitecto Ricardo Lorenzo demoraron la apertura.
La explosión del Cabo Machichaco y el incendio de 1941 han marcado la memoria de la ciudad y su evolución. Rescatar la trascendencia urbana, social e histórica del primer siniestro, redescubrirlo para las nuevas generaciones y abrir otro espacio cultural y documental para Santander son los objetivos del espacio monográfico. El Ayuntamiento, la Autoridad Portuaria y la Real Asociación que vela por la memoria de aquel suceso tatuado en la piel de la ciudad dieron diversos pasos en los últimos años con este fin. En paralelo se celebraron varias exposiciones en el Palacete del Embarcadero y el Museo Marítimo que evocaron la tragedia.
La Real Sociedad Machichaco ha abordado durante años con rigor actividades para recobrar y transmitir los detalles de la tragedia del 3 de noviembre de 1893. Relatos, historias, fotografías, publicaciones, documentos, maquetas, un diorama o caja mágica son algunos de los elementos que se consideraron en su momento como futuros fondos estables del espacio museístico. Y desde los años 50, la asociación realiza una ofrenda floral ante el monumento a las víctimas.
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