-k0ZF--624x415@Diario%20Montanes.jpg)
-k0ZF--624x415@Diario%20Montanes.jpg)
La nueva imagen de la calle San Luis
Santander ·
A falta de rematar los últimos detalles, la céntrica vía abrirá pronto al tráfico tras una larga remodelación que vecinos y comerciantes consideran beneficiosaSecciones
Servicios
Destacamos
Santander ·
A falta de rematar los últimos detalles, la céntrica vía abrirá pronto al tráfico tras una larga remodelación que vecinos y comerciantes consideran beneficiosaA falta de algunos detalles, la calle San Luis ya luce su nueva imagen. Aceras más anchas, calzada semipeatonal y más comodidad para peatones ... y comercios. Aunque las obras han sido más largas y tediosas de lo esperado -el Ayuntamiento tuvo que ampliar el plazo previsto-, los vecinos y negocios ven el resultado final con buenos ojos.
Los vehículos todavía no pueden acceder a la calle, aunque la calzada de adoquín ya está terminada. Al ser semipeatonal, la velocidad máxima a la que podrán transitar por ella a partir del 11 de mayo será de 20 kilómetros por hora, lo que convierte a San Luis en un espacio más amable con el peatón, que tendrá preferencia sobre el tráfico. Las aceras también están listas y sólo faltan por colocar las bombillas de las farolas y, en el extremo de la calle más cercano a Numancia, plantar algunos árboles.
Ahora, San Luis puede hacer la competencia a su paralela, la calle Burgos, porque tras este cambio de imagen ambas dan preferencia al peatón. «Al ser una calle estrecha y con mucho tráfico, no era agradable pasear por aquí. Salías del portal y ya estabas prácticamente encima de los coches», explica Mariano, vecino de la zona. «Ahora da gusto pasear por las aceras, sobre todo hasta que abran la carretera, claro», apunta. «Las obras se han hecho largas. Zonas cortadas, pasarelas de quita y pon... Pero el resultado ha merecido mucho la pena, parece otra calle», añade su mujer, Verónica.
Por su trabajo, Carmen pasa habitualmente por esta zona, ya que le pilla a mitad de camino entre su casa y la oficina. «Antes iba siempre por la calle Burgos, pero con la reforma de San Luis también da gusto pasar por aquí. He conocido hasta nuevos negocios, porque antes de las obras no elegía esta calle nunca».
Quienes tienen alguna queja más son los comerciantes. Coinciden con los vecinos en que la calle ha quedado «muy bonita», pero la carrera hasta el final de las obras ha sido de obstáculos. «Los obreros no nos han facilitado nada, nos quitaban las pasarelas por las que se accede a las tiendas y no usaban mascarillas mientras trabajaban», lamenta Ana Belén Fernández, de la peluquería canina Pili&Mili. «A pesar de todo eso, el resultado de la calle es bueno y ojalá atraiga a más gente».
No es una opinión aislada. A pocos metros, María Isabel Sierra, de la pastelería creativa Dulce Momento, también se muestra descontenta con el proceder de las obras pero satisfecha con el resultado. «Cuando hay obras hay que tener paciencia, lo entiendo, pero a mí me han roto la verja del local y espero que se hagan cargo». La trabajadora explica que, cuando cambiaron el pavimento junto a su entrada, la arrancaron al levantarla a la fuerza. «Podían haberme avisado para que ese día no la cerrase, saben nuestros horarios. Ahora estoy a la espera de que me den una solución desde la empresa», relata. Han pasado dos meses y teme que las obras terminen definitivamente sin que nadie se ocupe de ello: «Son cosas que pueden pasar, pero qué menos que resolverlo».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.