Perfumerías Java cierra once de sus doce tiendas «arrastradas por la crisis»
Santander ·
La cadena cántabra, fundada hace más de 35 años, solo mantendrá abierto su local de la calle Joaquín Costa, junto al CasinoLa cadena de perfumerías y complementos Java, a cuyo frente está José Antonio Soto, sucumbe a la crisis.Cierra once de los doce establecimientos ... repartidos por Cantabria y tan sólo permanecerá abierta el local de la calle Joaquín Costa, junto al Casino de El Sardinero. Soto cierra sus tiendas «porque es imposible seguir adelante; dejo la de El Sardinero porque aún no tengo la edad para jubilarme», señala.
La cadena tiene cincuenta años de vida, pero «la crisis y las ofertas de las grandes cadenas y franquicias, las ventas por internet y las grandes ofertas de los propios fabricantes hace imposible que sigamos adelante». Java llegó a tener hasta 55 empleados en sus mejores tiempos y en los últimos años, 25. «No podemos competir con los grandes que se han adueñado de las ciudades y con todas la ofertas en internet, es imposible», justifica. La cadena Java tuvo su origen en una tienda en la calle San Francisco, fundada por José Antonio Villegas Argüelles; hace 35 años la compró Catalina Gómez del Cueto y, años más tarde, se hizo cargo de ella y realizó la gran expansión su hijo José Antonio Soto.
Java fue la número uno en Cantabria en su sector, con una docena de tiendas distribuidas en Santander, Torrelavega, Maliaño, Colindres y Cabezón de la Sal. En Santander llegó a tener seis locales (en las calles San Francisco, Lealtad, Vargas, San Fernando y dos en Hernán Cortés). «Es toda una vida trabajando en el sector, pero no hay más remedio que cerrar arrastrados por la crisis», dice Soto. «No queda más que asumirlo y seguir adelante. La situación es muy complicada en este sector y por más que hemos intentado no hemos podido mantenernos».
La instalación de cadenas y las ventas por internet han arrasado en precios y perjudican a la perfumería clásica
El grupo Recio-Perfumerías Avenida (con sede en Salamanca) se queda con dos locales, los de las calles Hernán Cortés, 15 (frente al Club de Regatas) y la calle Lealtad, con lo que da un gran empujón a su presencia en Santander, pues ya tiene abierta una gran tienda en el edifico Pérez del Molino desde hace dos décadas. Las tiendas Java de Maliaño y Colindres seguirán abiertas, pues se han quedado con ellas varias empleadas, y el establecimiento de Cabezón ha pasado a manos de una empresaria que seguirá adelante con el negocio de perfumería y complementos. Como acaba Soto, «el sector ha cambiado mucho y nosotros nos adaptamos como podemos. Nuestros clientes seguirán encontrándonos en El Sardinero, donde mantenemos dos empleadas».
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