Semana clave para los diques de La Magdalena

La decisión de paralizar los trabajos resultó, en su día, «inexplicable y sin precedentes», según Ignacio Quirós, concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Santander, partidario de terminar los trabajos. Desde el principio, lo que más molestó al Consistorio fue las forma en la que el proyecto de los diques se vino abajo a finales de verano del año pasado. El hecho de que «alguien decidiera unilateralmente la paralización del proyecto, después de diez años de tramitación, estudios técnicos y ambientales y con la obra ya en marcha», como recordó el responsable de Ambiente del equipo municipal.

El edil atribuyó el mal estado de la zona a la paralización del proyecto e, igualmente, se refirió a las duras condiciones meteorológicas para justificar «su empeoramiento». «Apenas ha comenzado la temporada de temporales y ya se han llevado buena parte de la playa», declaró Quirós, que volvió a denunciar la ausencia de informes técnicos y estudios ambientales que analicen las consecuencias a la hora de paralizar los polémicos trabajos. Según el responsable de Medio Ambiente, estos hechos no sólo tiene una incidencia en las propias playas, «sino en el conjunto de la dinámica mareal y para toda la bahía de la capital».

Por esta razón tildó de «absolutamente irresponsable» la paralización del proyecto e insistió en la necesidad de «completar los trabajos que se estaban ejecutando para garantizar la estabilidad de las playas y la continuidad de estos arenales, porque la dinámica demuestra que los temporales causan cada vez mayores estragos en la zona y que el proyecto debe ejecutarse en su totalidad para que cumpla su función».

Los escombros y los restos de las obras ya forman parte del paisaje en la playa de los Peligros. Hace tiempo que los vecinos acostumbrados a pasear por la Avenida de la Reina Victoria alternan los comentarios sobre las vistas con esta escena formada por rocas y demás desechos, consecuencia de la interrupción del controvertido proyecto. El motivo de este nuevo paisaje: la acumulación de basura, pequeñas piedras y desechos naturales, restos y pilas aleatorias de arena que plagan la zona, incluido el paseo de ciclistas, las fuentes y las duchas, cada vez más sumergidas.

Según el equipo municipal, son muchas las tareas que quedan pendientes ahora que la playa ha quedado a merced de las mareas, sobre todo porque «los últimos temporales han levantado alrededor de 70 metros de la pasarela peatonal y ciclista». El Ayuntamiento tampoco es optimista con respecto al futuro inmediato de la playa, de modo que augura más labores: «También habrá que retirar unos 30 metros más en el tramo final, en la zona del balneario de La Magdalena, ante la pérdida de arena y el desnivel que se produce en la zona y que seguramente se verá agravado en estos días que continúan los temporales».

No queda ahí la lista de deberes que anticipa el Consistorio. De hecho, anunció que procederá a la «retirada de todas esas tarimas -de 100 metros en total-, que no podrán recolocarse mientras no termine la temporada de temporales y se rellene de arena las zonas que han quedado dañadas hasta ahora».