La terraza y los nuevos miradores del Palacio abrirán al público en octubre
Tras concluir la instalación en agosto tanto del espacio panorámico sobre el escenario de la Sala Argenta, como los de la doble torre, el coste final de las obras se cifra en cerca de 1.600.000 euros
La terraza y los nuevos miradores del Palacio de Festivales se inaugurarán, finalmente, en los próximo días y abrirán sus espacios a los ciudadanos ... en el mes de octubre. Pese a la demora, las obras de esta triple instalación sobre la sala Argenta y en la doble torre de la fachada sur del edificio de Francisco Javier Sáenz de Oiza, -tal como anticipó El Diario- ya habían concluido en agosto, salvo detalles. La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, visitaba ese mes los espacios habilitados para su apertura pública y con un claro objetivo turístico. En ese periodo se recuperaba también la plaza, desde las escaleras de Gamazo, y su terraza bautizada como Carmen Amaya. Las instalaciones son la terraza diáfana de 150 metros cuadrados ubicada sobre el trapecio de la fachada de Gamazo que mira a la bahía; y las dos torres con sus otros tantos nuevos miradores en voladizo, que permiten una espectacular visión 360º sobre la ciudad.
El proyecto, que surgió tras la celebración del 30 aniversario del histórico inmueble, ha supuesto una compleja intervención estructural que destaca por la integración en la arquitectura, materiales y espacios originales. El proyecto, afrontado por la UTE GFA2 Arquitectos S.L. y Fernández-Abascal Muruzabal S.C., ha acondicionado la terraza (a 30 metros de altura) y ha creado los dos nuevos miradores (a 45 metros). Los vestíbulos de nueva creación en la cota de la terraza se conectan con los miradores a través de unas escaleras que discurren por el interior de las torres. Concebido por el anterior Ejecutivo, su coste final se cifra en cerca de 1.600.000 euros. La nueva terraza, con una superficie de 150 metros cuadrados, suelo de vidrio y un toldo, está ubicada sobre el trapecio de la fachada sur. Tanto el suelo, de color azulado, como la balconada son de cristal. Desde el exterior no se aprecian ni la dimensión ni los materiales elegidos que crean un efecto de continuidad. Todo está planteado para tener unas vistas panorámicas sobre la bahía y la ciudad. El acceso a la terraza será gratuito, pero para los miradores se estudia una fórmula de pago combinado con la hostelería del Palacio.
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