Tormenta de arena en la política de Santander

Los argumentos no son nuevos. El día que El Diario Montañés mostró el cambio de fisonomía de la línea de playas y la aparición de dos nuevos arenales consolidados, el asunto acaparó el debate municipal. A primera hora, la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, informó del envío de una carta, «como todos los años y en varias ocasiones», a Costas para pedir «por enésima vez» que cumplan –dijo– con sus competencias y sus obligaciones de mantenimiento. Rojo denuncia el «penoso estado» de los arenales «por la negativa de realizar los correspondientes rellenos», a lo que suma «la inacción ante el derrumbe del acceso desde Reina Victoria a la playa de los Peligros». Asegura que al Gobierno de Sánchez «le da igual todo, incluso que el sistema arenoso Los Peligros-Magdalena-Bikinis se esté convirtiendo en un pedregal, que, de no actuar, acabará con su desaparición».

A esto le siguió la comparecencia semanal de Javier Ceruti (Cs) en calidad de portavoz del equipo de Gobierno. El concejal apoyó la petición de Rojo, pero fue más allá. Dijo que «el desastre de la deposición del montón de piedras mal tiradas en la Magdalena» –en relación al espigón– es consecuencia de las «difíciles relaciones» entre el Ayuntamiento y Costas, «que han dificultado cada vez más la reposición de arenas, que es el tratamiento natural para esa playa artificial que se creó con el depósito de arenas». Ceruti indicó las «malas relaciones» entre Costas y el Ayuntamiento «no son consecuencia de la mala actitud de una parte, sino de enfrentamientos alargados en el tiempo, en el que todo el mundo ha tenido culpa». Y, por eso, «debería replantearse esta cuestión» y «negociar, si fuera necesario, que fuera el Ayuntamiento el que tuviera permiso para hacer las reposiciones de arena como se hace en otros ayuntamientos como Laredo o Coruña, donde trasladan la arena ellos». «Aquí se nos piden informes de impacto ambiental, expedientes larguísimos y en Coruña lo resuelven con una llamada de teléfono», censuró.

Restaba por conocer el contenido de la rueda de prensa convocada ater por el portavoz del PSOE. Daniel Fernández anunció la creación de un Servicio de Playas que actuaría durante todo el año si sale elegido como alcalde. Independiente de Basuras y Parques y jardines (donde ha estado incluido), contaría «con dos millones de presupuesto –más del doble que en la actualidad– y hasta cincuenta operarios». La propuesta nace, explicó, del «fracaso del contrato de las basuras», con un «servicio muy deficiente» e «incumplimientos en las playas de más de un millón de euros según el informe del interventor». «De aquellos polvos –dijo–, los actuales lodos».

Respecto a arreglos como el de la rampa de Los Peligros, Fernández apeló al «acuerdo entre Costas y el Ayuntamiento de 2002». «Se firmó que el Ayuntamiento se haría cargo del mantenimiento de los accesos a la playa y que Costas sólo haría reparaciones si se estropeaba por culpa de los temporales. En veinte años no ha habido ningún descalzamiento, ha ocurrido a raíz de la construcción del espigón, así que es competencia municipal». En todo caso, para el portavoz del PSOE, los problemas con Costas obedecen a la falta de diálogo desde el Ayuntamiento.