Ver 13 fotos
Tradición y folclore inundan la campa del Faro
Miles de personas se reúnen en la romería de Cabo Mayor con la música, la gastronomía y los deportes rurales como protagonistas
Seguramente Marcos, a sus cuatro años, no se imagina el significado que tiene el lábaro que coloreaba en uno de los talleres infantiles de la ... Romería del Faro. A su corta edad tampoco conocerá la importancia que tienen las agrupaciones corales y los grupos tradicionales en Cantabria, y que este domingo acercaron la música popular a la capital. Precisamente por eso, «para que conozca las tradiciones de su tierra», sus padres le llevaron a la campa del Faro de Cabo Mayor. «Es un día bonito, para pasar en familia y vivir nuestras tradiciones. Aunque ahora lo que quiere es subirse a los hinchables y no bajar», bromeó su madre, Ainara Romero. Como esta familia, miles de personas disfrutaron este domingo de una jornada cargada de tradición, folclore, música, gastronomía y deportes rurales.
Que fue un día con mucho trasiego desde la apertura del evento –a las 12.00 horas– lo dice Gabriel Quintanal, viticultor en Vargas (Puente Viesgo) y responsable de la bodega familiar 'Viña Carmina'. «Hay bastante gente y he visto movimiento desde el principio». A su juicio, el tiempo también hizo lo suyo. «No hace ni mucho calor ni llueve, es el tiempo perfecto ». En su caso, que recorre las ferias artesanales de la región, fue su primera vez en la Romería del Faro. «Sin duda, para repetir», reconoció. Junto al suyo, había puestos de quesos, chorizo y dulces cántabros. «Aquí es todo artesanal», comentaban los vendedores a vecinos y visitantes, que fueron desfilando por todo el mercado. «Me llevaría todo para casa. Productos como los de aquí, muy pocos», dijo María Calvo, una vecina de la capital que celebra que se vuelva a celebrar esta tradicional cita –regresó el año pasado desde la pandemia– que sirve «como punto de encuentro para los cántabros». Y añadió: «El sitio en el que estamos es excepcional. Miras al frente y ves la playa de Mataleñas. Y el día que nos ha salido, qué más se puede pedir».
Otro de los atractivos que acaparó cientos de miradas fue la exhibición de deportes rurales. En concreto, el corte de tronchos. «Es alucinante», comentó una familia extremeña que se topó con la romería de casualidad en sus vacaciones por la capital. «Parece que no les cuesta y tiene que ser durísimo».
La música, gran protagonista
«Las playas de El Sardinero, que cristalinas están, por eso en el mundo entero, no verás otras igual», entonó el Coro Ronda Esperanza de Requejo, momentos antes de otra de las actividades más esperadas del día: el reparto del pincho de chorizo cántabro. Había ganas de probarlo. De hecho, veinte minutos antes del comienzo del reparto –previsto a las 14.00 horas– ya empezó a formarse una larga fila. «¿Llegará para todos?», se preguntaban los del final. Y sí, sí había para todos. Lo único que pidieron desde la organización fue un orden. Además, los encargados de meter entre pan el chorizo fueron varios miembros del equipo de gobierno del Ayuntamiento, como la primera teniente de alcalde, Margarita Rojo; la concejala de Barrios, Lorena Gutiérrez, el concejal de Comercio; Álvaro Lavín;y el concejal de Turismo, Fran Arias. En representación del Gobierno de Cantabria estaba el consejero de Economía, Luis Ángel Agüeros.
Muchos de los que este domingo acudieron a esta cita aparcaron junto al Campo de Golf. Allí, un grupo de la Comisión para la Protección de Mataleñas, que se opone a la construcción de un aparcamiento para autocaravanas en esta zona, montó una especie de punto informativo en el que recogían firmas para intentar paralizar el proyecto. La otra parte de la comisión se colocó en la parte de la campa que da a la playa de Mataleñas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión