El artista plástico Juanma Tapia dona una impactante obra sobre migración a ACCEM
La escultura «Carnemigrante, por cuartos o enteros» fue entregada a ACCEM en Gijón el pasado 20 de junio, con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas
R.C.
Santander
Miércoles, 25 de junio 2025, 12:46
El artista plástico Juanma Tapia, residente en Tapia de Casariego, donó su obra «Carnemigrante, por cuartos o enteros» a ACCEM, organización independiente que trabaja para mejorar las condiciones devida de personas en situación de vulnerabilidad, en un acto celebrado el pasado 20 de junio con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas. La entregatuvo lugar en la Colegiata de San Juan Bautista en Gijón, como parte del evento «Enfocando la protección internacional a través de la sensibilización cultural».
Tapia explicó las razones que lo llevaron a crear esta obra, concibiendo el arte como una herramienta para transformar la sociedad y mejorarlas condiciones de vida de las personas vulnerables, además de un sensibilizador que ayuda a entender que todas las personas deben tener las mismas oportunidades. La inspiración para «Carnemigrante, por cuartos o enteros» surgió de un recuerdo de infancia sobre cómo su madre le mandaba a comprar pollo, y la pregunta del pollero: «¿te lo pongo por cuartos o enteros?». Esta imagen resurgió en él al ver la llegada de personas migrantes que llegan a nuestras costas, personas que piden refugio y niñas y niños abandonados, y al escuchar hablar del reparto de menores no acompañados. El artista percibe en esto el reparto de las personas migrantes y refugiadas, y sobre todo el reparto de niñas y niños desamparados.

La obra se presenta dentro de una caja de cartón, un material pobre y humilde que simboliza el destino de muchas personas migrantes y refugiadas: acabar en el mar (una «caja muy húmeda»), en un ataúd (una «caja muy fría»), o acabar en un gueto (una «caja con fronteras infranqueables»). Para su elaboración, Tapia vertió botes y botes de pintura blanca durante más de un mes en la caja, vertía y secaba, hasta conseguir la total evaporación del componente acuoso de la pintura y el craquelado que reproduciría el fondo marino en ausencia de agua.
Sobre este fondo, se descubren miles y miles de zapatosdepositados en el lecho marino y pegados a él, zapatos que son «testigos mudos de lo que un día fue esperanza». Entre todos los zapatos blancos, Juanma Tapia quiso colocar un «zapatito rojo de bailaora, de niña, como queriendo, a pesar de la realidad, depositar en él, en ese zapatito rojo, cierta ilusión, cierto optimismo». La densidad y el peso de la obra se realzan con un potente marco de hierro oxidado, que debería estar oxidado por el efecto del agua marina y pesar tanto como a Juanma Tapia le pesa la situación de las personas refugiadas y migrantes, como le pesan esas niñas y esos niños abandonados.
Juanma Tapia, quien se define como un artista poliédrico, disidente, activista, radical, crítico, provocador, transgresor, inconformista, desencajado, irresponsable, desenfrenado y con poco espacio en la industria del arte, considera que sus obras tienen vida propia, son más inteligentes que él y lo van guiando. La donación de «Carnemigrante, por cuartos o enteros» a ACCEM es, para el artista, una obra que ha «nacido de mis entrañas y delas entrañas de todas las personas que arriesgan su vida por alcanzar una vida mejor».
La escultura fue donada formalmente a ACCEM en un acto en laColegiata de San Juan Bautista de Gijón que contó con la presencia de Francisco Javier Mahía Cordero, responsable territorial de ACCEM en Asturias.
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