Greta Thunberg: «Solo soy una pieza pequeña de un movimiento mucho mayor»

«En Suecia, el movimiento es cada vez más grande, cada vez nos escuchan más a los jóvenes, pero eso aún no se ha trasladado a las acciones políticas. Seguimos manifestándonos los viernes», decía la joven de 16 años poco después de que cientos de bulliciosas cámaras recogieran el instante en la que la adolescente subía al escenario del centro cultural. Convertida en un símbolo de la lucha contra el cambio climático, de nuevo su figura eclipsó a la del resto de sus compañeros, pero no porque ella no repartiera juego. «No deberían escucharme a mí antes que a cualquier otra persona. Yo solo soy una activista climática, una pequeña pieza de algo mucho más grande. No dirijais las preguntas solo a mí», dijo desencadenando el aplauso de los presentes.

Thunberg espera que la COP25, la Cumbre del Clima organizada por Chile que estos días se celebra en Madrid debido a la convulsa situación social del país latinoamericano, «se concrete en algo». «El mundo necesita -añadió- que la gente de poder sea consciente de lo que está sucediendo. Hay gente que está sufriendo y muriendo por esta emergencia climática pero no podemos esperar más. Haremos todo lo posible para que no nos puedan seguir ignorando». En este sentido, y en base a las críticas que su figura recibe a menudo, apuntó a una tesis en la que ha insistido a menudo, que son los poderosos quienes «tienen miedo al cambio, por eso están intentando silenciarnos a los jóvenes, y eso prueba que las voces es están escuchando y tienen impacto».

Pese al optimismo con el que enarboló su mensaje, Thunberg no lanza las campanas al vuelo. «Llevamos haciendo huelgas más de un año y básicamente no ha ocurrido nada. La crisis climática se sigue ignorando y no podemos seguir así. No es una solución sostenible que los niños dejen ir a clase y la gente esta sufriendo y muriendo por esta emergencia climática», denunció.

En este sentido, reconoció que, pese al trabajo positivo que organizaciones como Fridays for Future a la hora de concienciar a la opinión pública, «no hemos conseguido nada». Y puso un dato sobre la mesa: «Las emisiones de dióxido de carbono no solo no se están reduciendo, sino que han aumentado un 0,6%. Esto no se puede considerar una victoria porque lo único que queremos ver son acciones reales y no ha habido ninguna».

Fue más allá Vanessa Nakate, representante de Fridays for Future en Uganda. La joven indicó que en su país van a seguir yendo a la huelga, pero también explicó que está cansada de los elogios con los que se están regalando los oídos de los activistas. «Eso no nos va a salvar», afirmó tajante, «no queremos promesas, hemos oído muchas, incluso en esta Cumbre del Clima. No queremos que declaréis la emergencia climática, queremos que actuéis». En su opinion, no se trata de pensar en lo que va a pasar en el futuro si no se toman medidas, sino «analizar los países que ya están sufriendo el impacto de esta crisis climática, como Uganda o Kenia, que durante los últimos dos meses están teniendo unas inundaciones tremendas, la gente se está quedando sin hogar y los niños se están quedando huérfanos y seguimos diciendo que nos quedan años para resolver esto. No es cuestión de futuro es cuestión de ahora». Ha lamentado, además, que muchos países no hayan acudido al COP25. «Están siendo muy egoistas».

A su lado, Alejandro Martínez, representante internacional de Fridays for Future en España, animó a seguir luchando contra el cambio climático. «No podemos parar ahora, nuestro futuro depende de ello. Necesitamos que toda la sociedad venga a la huelga con nosotros para empujar a los gobiernos», dijo. Insistió, además, en que no son ellos quienes deben dar las soluciones y animó a los políticos a escuchar a los científicos.

Preguntados por el hecho de que varias compañías energéticas estén patrocinando la COP25, Nakate volvió a mostrarse contundente y aseguró que «están siendo unos hipócritas y están intentando limpiar su basura, lavarnos el cerebro y mentirnos. No solo tienen que patrocinar, sino resolver la crisis que ellos mismos han creado».

Hubo incluso espacio para hablar de la crisis social de Chile. Shari Crespi, representante del movimiento en España, se solidarizó con los chilenos y afirmó que «la justicia climática nunca se va a llevar acabo sin justicia social».

Desde el punto de vista de Martínez, Fridays for Future ha cambiado el panorama del activismo: «Nunca se había visto a jóvenes de todo el mundo saliendo a la calle para exigir una misma cosa: medidas frente a la emergencia climática y justicia climática. Todos los jóvenes vamos a ver nuestra vida afectada si los gobiernos no toman medidas lo suficientemente ambiciosas. Es una lucha global y eso es lo más importante».

Por la mañana, Greta Thunberg ha visitado este viernes por sorpresa la Cumbre del Clima de Madrid, pocas horas después de haber llegado a la capital española en tren desde Lisboa. La joven activista, que tiene prevista una intervención en la COP25 el próximo lunes en un acto de Unicef, llegó pasadas las 11:00 al recinto ferial de Ifema donde se celebra la conferencia de las Naciones Unidas.

Su inesperada llegada provocó un gran revuelo entre las participantes, algunos de los cuales se fotografiaron con la joven, quien intentaba abrirse paso en su recorrido por las instalaciones de la cumbre en medio de una nube de cámaras y teléfonos móviles. La activista sueca llegó a la denominada zona verde del recinto ferial, reservada a los participantes de la sociedad civil, donde permaneció unos minutos, antes de trasladarse a la anexa zona azul, donde se desarrollan las negociaciones de alto nivel de la cumbre.

Greta Thunberg se unió después a los activistas de Fridays for Future que participaban desde primera hora de la mañana en una sentada y se unió a ellos en un círculo mientras cantaban y gritaban lemas como «¿Qué queremos? Justicia climática ¿Cuando la queremos? ¡Ya!». Después se desplazó a la zona de prensa de la cumbre, rodeada de multitud de informadores, y está previsto que haga unas declaraciones a los medios de comunicación antes de concluir su visita.

La activista sueca Greta Thunberg llegó este viernes a Madrid tras diez horas de viaje a bordo del Lusitania, el tren nocturno de Renfe que enlaza Lisboa con la capital española. El tren llegó a la estación de Chamartín cumpliendo el horario previsto, las 8:40 horas, tras haber realizado un trayecto que incluye 17 paradas.

Alrededor de una treintena de periodistas, fotógrafos y cámaras de varios países se subieron junto a ella en el mismo tren para cubrir su periplo hasta Madrid, aunque lo cierto es que la joven se adentró en su compartimento y no volvió a ser vista hasta el final del trayecto. A su llegada a la capital española, Thunberg se bajaba del tren en un andén de la estación también abarrotado de periodistas y en el que agentes de Policía y personal de seguridad trataban de poner cierto orden. No en vano, algunos cámaras de televisión estaban subidos a escaleras para poder grabar a Thunberg. Ante el revuelo, los viajeros que se encontraban en las inmediaciones empezaron a sacar sus móviles para tratar de captar alguna imagen de la adolescente. Esta tarde ofrecerá una rueda de prensa en la Casa Encencida, junto a otros integrantes del movimiento Fridays for Future, y participará en la Marcha del Clima que a partir de las 18:00 horas recorrera las calles de Madrid. Su agenda incluye también su participación, el lunes, en el acto 'Niños y jóvenes ante el cambio climático', junto a la ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta H. Fore.

Cabe recordar que tras rechazar que la activista rechaza el avión por la emisión de gases contaminantes y, tras descartar un vehículo eléctrico y recibir ofertas tan llamativas como la posibilidad de cubrir los 625 kilómetros que separan las capitales ibéricas en burro, se inclinó por llegar a Madrid en el tren nocturno. Una opción no limpia totalmente, puesto que el Lusitania recorre 210 kilómetros con una locomotora diésel a partir del momento en que cruza la frontera a la altura de la provincia española de Salamanca.

Más de cien mil personas. Esa es la afluencia que esperan los organizadores de la Cumbre Social por el Clima, la cita que nace como alternativa a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), para el que será su acto más multitudinario, una manifestación en Madrid que partirá a las 18:00 horas desde Atocha para recorrer el Paseo del Prado, Recoletos y el Paseo de la Castellana y culminar en Nuevos Ministerios. ¿El objetivo? «Plantar cara» a la emergencia climática ante la «inacción de los gobiernos», sostenía su portavoz, Pablo Chamorro.

Bajo el lema 'El mundo despertó ante la emergencia climática' -«2019 ha sido el año del despertar climático y ha marcado un antes y un después en la lucha por la emergencia climática», llegó a decir Chamorro durante la presentación de las actividades- y convocada por plataformas como Fridays for Future, Alianza por el Clima, Alianza por la Emergencia Climática o 2020 Rebelión por el Clima, la Marcha del Clima concluirá con la lectura de un manifiesto y una serie de discursos a cargo de, entre otros, la joven activista Greta Thunberg y el actor Javier Bardem. Artistas como Macaco o Amaral pondrán después la nota musical a una protesta que «espera concentrar a más de cien mil personas» y a la que se han adherido alrededor de «850 entidades».

Será el pistoletazo de salida a esta 'contracumbre' que se prolongará hasta el 13 de diciembre en Madrid y que contará con más de 300 actividades, la mayor parte de ellas celebradas en la Universidad Complutense. La intención, según apuntaba Chamorro, es «generar una narrativa de contrapoder y contestación social» a la Cumbre del Clima que desde el pasado lunes se celebra en el recinto ferial de Madrid.

A la rueda de prensa asistieron representantes de organizaciones chilenas como Cumbre de los Pueblos, Sociedad Civil por la Acción Climática (SCAC) y Minga Indígena, dado que Chile es el país organizador de la cumbre que finalmente ha acogido Madrid debido a la convulsa situación social en el país sudamericano.

Así, la portavoz del movimiento Fridays for Future en Chile, Ángela Santiago, apuntó a Efe que si bien está asegurada la presencia de Thunberg en la marcha, aún no se sabe si la joven de 16 años encabezará la manifestación. Y aunque reconoció que sus actos han inspirado al mundo, restó importancia a la figura de la activista sueca e hizo hincapié en que el movimiento que representa «es diverso y global y no solo depende de la cara de una persona». Dejó claro, además, que el reloj no ha dejado de correr: «Solo tenemos ocho años para evitar una catástrofe climática. Este último año ha sido dramático en cuanto a la información recibida por la ciencia, pero las emisiones de dióxido de carbono siguen batiendo récords».

«No podemos perder más este preciado tiempo que nos queda», apostilló por su parte Javier Andaluz, de Ecologistas en Acción. Según recoge Europa Press, Andaluz reclamó a los países más desarrollados que se comprometan a mitigar la emergencia climática asumiendo su «responsabilidad histórica». «Desde la revolución industrial muchos países no sólo han estado expoliando recursos sino emitiendo gases a la atmósfera y su responsabilidad es todavía mayor. Esta cumbre es la última oportunidad para cerrar un acuerdo en abrir de 2020», advirtió.