Mata a su cuñado de un disparo y luego se suicida en Granada
Un hombre de 60 años, vecino de la localidad de Arenas del Rey, hiere de gravedad a su hermana y acaba con la vida de su cuñado con una escopeta de caza
Laura Velasco
Granada
Martes, 19 de agosto 2025, 10:30
Noche trágica en Arenas del Rey. Una riña familiar acabó en la noche del lunes con un funesto balance. Un vecino de la localidad granadina, ... de 60 años, disparó contra su hermana y contra su cuñado cuando se encontraban en su casa. Los impactos acabaron con la vida del hombre, de 63 años, y dejaron herida de gravedad a la mujer, que tuvo que ser trasladada a un hospital.
Después de estos hechos, de los que alertaron algunos vecinos pasadas las 23.30 horas al 112 de Emergencias de Andalucía, el autor de los disparos se dirigió a su casa, que se encuentra a pocos metros de la vivienda de sus familiares.
Allí, con la misma escopeta, se quitó la vida. Los motivos de la riña y el posterior tiroteo no han trascendido por el momento, según informa IDEAL.
Los motivos de la riña y el posterior tiroteo no han trascendido por el momento. El mutismo es total en la calle del suceso en la mañana del martes.
La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación del crimen. El cuerpo sin vida del varón asesinado fue encontrado en su domicilio, en la calle Obispo Hurtado de Arenas del Rey. Y el del presunto autor de los hechos, en su propia vivienda, en la misma calle del pueblo.
Conmoción entre los vecinos
Las banderas ondean a media asta en una pequeña localidad en la que no se habla de otra cosa. Todos conocían a las víctimas. Y los que viven en el barrio de Obispo Hurtado escucharon perfectamente los disparos pasadas las once de la noche. «Parecían petardos. Ojalá hubiera sido eso. También oí los gritos. Salí y vi el cuerpo sin vida de mi vecino y a mi vecina malherida», explica una mujer mientras limpia con una manguera la calle. «La sangre llegó hasta mi puerta», añade.
«Le disparó a sangre fría mientras tomaba el fresco con un amigo», cuenta un testigo. Cuando el presunto autor de los disparos se acercó a sus víctimas, avisó a este amigo para que se apartara. Una vez que lo hizo, disparó con la escopeta. En el suelo puede apreciarse el color blanco en dos ubicaciones cercanas, símbolo de la limpieza profunda para eliminar los restos de sangre. A la mujer del fallecido tuvieron que atenderla in situ para taponarle la herida hasta que llegó la ambulancia. Paradójicamente, tanto el presunto autor como las víctimas viven unos enfrente de otros.
Nadie le encuentra explicación a lo ocurrido. La mayoría asegura que desconocía que tuvieran rencillas previas. Solo un vecino admire que habían tenido «alguna trifulca». Otro conocido de ambas partes se muestra contundente: «El tema por el que se han peleado es tabú. Solo ellos lo saben».
En el pueblo se hacen corrillos para comentar lo ocurrido. Y, sobre todo, prestan apoyo a los familiares, que siguen en shock. En la casa donde vivía el supuesto autor se oye el llanto desconsolado de una mujer. Arenas del Rey tardará tiempo en recuperarse de este golpe.
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