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El tráfico urbano de vehículos es el principal generador de contaminación. EP

Respirar aire contaminado en el embarazo aumenta el riesgo de tener un hijo obeso

Un estudio realizado en ocho países apunta como principal desencadenante a las micropartículas en suspensión generadas por el tráfico, las calefacciones y las quemas industriales

Miércoles, 25 de junio 2025, 12:01

Respirar aire con altas concentraciones de contaminación durante el embarazo aumenta el riesgo de tener un hijo que en la infancia o en la adolescencia padecerá sobrepeso u obesidad. En concreto, el agente contaminante que se constituye en factor de riesgo principal para este problema de salud son las micropartículas en suspensión (PM2,5), un componente habitual de la polución atmosférica de las ciudades y áreas metropolitanas generado por la combustión de los vehículos (especialmente por la de los diesel) y otras actividades en las que se queman combustibles fósiles, como las calefacciones o determinados procesos industriales.

Es la conclusión principal a la que ha llegado un estudio europeo liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación 'La Caixa', que ha analizado en más de 30.000 familias de ocho países, entre ellos España, los vínculos entre la exposición cotidiana a los principales elementos de la contaminación del aire durante la gestación y la infancia y la aparición de sobrepeso antes de los 13 años.

Para realizar el estudio, los investigadores determinaron las concentraciones de PM2,5 y dióxido de Nitrógeno (NO3), el gas tóxico que lanzan los tubos de escape, en los lugares de residencia de cada una de estas familias desde el comienzo del embarazo y hasta que el hijo tenía 12 años y los cruzaron con los resultados del control clínico continuado sobre estos niños. Durante toda la infancia y preadolescencia de estos chicos controlaron su altura y su peso para ver la evolución del índice de masa corporal (IMC).

El principal hallazgo del estudio es que cuando las madres durante su embarazo respiraron aire con niveles elevados de micropartículas en suspensión el riesgo de tener hijos con sobrepeso u obesidad aumentó un 23%. Los episodios de este sobrepeso se manifestaron fundamentalmente cuando el chico tenía entre 9 y 12 años. Sin embargo, no hubo aumentos de riesgo de obesidad reseñables ni entre los niños que vivieron en zonas con altas tasas de PM2,5 (pero no sus madres cuando eran gestantes) ni entre las embarazas ni sus hijos por la exposición al NO3. En definitiva, «nuestros resultados indican que el periodo gestacional podría representar una ventana particularmente vulnerable para el riesgo de obesidad infantil», afirma Sarah Warkentin, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.

Posibles explicaciones

«Los mecanismos biológicos que pueden explicar la relación entre la exposición a la contaminación atmosférica y el aumento de peso en los niños aún no se conocen del todo. En estudios anteriores, la exposición a la contaminación durante el embarazo se ha relacionado con un crecimiento fetal reducido y un bajo peso al nacer. Esto puede deberse al estrés oxidativo, la inflamación, problemas en el desarrollo de la placenta o alteraciones hormonales. Estos mismos procesos también podrían afectar al crecimiento y aumentar el riesgo de obesidad durante la infancia, como se ha demostrado en estudios con animales», explica Martine Vrijheid, directora del programa Medio Ambiente y Salud a lo largo de la vida de ISGlobal y autora senior del estudio.

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