Borrar
Quieren expresarse. Una niña sorda hace el signo de la palabra ‘comunicación’ con sus manos Ramón L. Pérez

Los sordos no se callan

Durante siglos fueron marginados y tomados por idiotas. Hoy reivindican su lengua nativa, «viva y rica»

inés gallastegui

Domingo, 1 de octubre 2017, 08:38

Comenta

Solos en un mundo silencioso y hostil. Así han vivido los sordos durante siglos. Eso, en el mejor de los casos, porque en Esparta y ... Roma los despeñaban de niños desde lo alto de un monte. Aristóteles aseguraba que, dado que todo conocimiento pasa a través de los sentidos, las personas que no oían carecían de pensamiento. La Iglesia católica predicó que no tenían alma. Y el régimen nazi esterilizó o asesinó en las cámaras de gas a decenas de miles de ellos. Solo hace quinientos años que unos cuantos maestros comenzaron a investigar y enseñar métodos para que este colectivo marginado pudiera comunicarse entre sí y con el resto de la sociedad. Su trabajo dio lugar a las lenguas de signos –hay cientos de ellas en el mundo–, complejos conjuntos de signos y gestos con su propia gramática. La española y la catalana fueron oficialmente reconocidas por ley hace justo diez años, pero la comunidad sorda considera insuficiente su desarrollo. «Como muchas lenguas minoritarias, ha estado marginada. Y la discriminación no ha terminado», asegura Roberto Suárez, secretario general de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE).

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Los sordos no se callan

Los sordos no se callan