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El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, y la responsable de Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini. AFP
China pide a la UE que no vete a Huawei en el 5G

China pide a la UE que no vete a Huawei en el 5G

Bruselas reclama a Pekín «igualdad de condiciones» para las empresas comunitarias

Europa PRess

Bruselas

Lunes, 18 de marzo 2019, 14:02

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El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, ha reclamado este lunes a los países de la Unión Europea no vetar a las compañías tecnológicas chinas en el desarrollo de las redes 5G móviles tras las amenazas de Estados Unidos de recortar su cooperación en inteligencia con los países que abran la puerta a Huawei, mientras que la Unión Europea le ha reclamado «igualdad de condiciones» para las empresas europeas en China.

«Rechazaremos acusaciones arbitrarias, por motivos políticos, e intentos de hundir a una compañía extranjera. Creemos que tales prácticas son anormales, inmorales y no tienen apoyo de otros países«, ha avisado el también consejero de Estado en rueda de prensa con la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, al término de la reunión de Diálogo Estratégico entre la UE y China.

Wang, que ha evitado mencionar expresamente a Huawei, ha confiado en que los gobiernos europeos y otros países «tomen decisiones independientes» y garanticen «una competencia justa» para las compañías chinas, al tiempo que ha ofrecido al bloque «reforzar» la cooperación en ciberseguridad y para negociar «normas y principios universalmente aceptados».

El jefe de la diplomacia china, que mantendrá por primera vez un almuerzo informal con sus homólogos de la UE en el marco de su Consejo de Exteriores en Bruselas, ha admitido que China y la UE tienen «muchas divergencias» en «algunas cuestiones» debido a sus diferencias históricas, culturales, en sus modelos sociales y en el nivel de desarrollo y ha considerado «normal» que haya competencia en el terreno económico y comercial. «La competencia moderada y saludable pueden alentar nuestro crecimiento respectivo y reforzar la cooperación entre China y Europa, haciéndola más resiliente», ha resumido.

Así, ha dado por hecho de que Europa se beneficiará «más» de «la nueva ronda de reformas y apertura» en China y ha incidido en que Pekín espera que las empresas chinas «puedan disfrutar de un trato justo, imparcial y no discriminatorio, aquí, en Europa». «La competencia entre China y Europa puede ser inevitable, pero la cooperación sigue siendo el lema principal y resultados en los que todos ganen son el objetivo«, ha remachado el dirigente chino, que ha evitado criticar al bloque después de que la Comisión Europea le haya calificado de »rival sistémico« y »competidor económico« en un documento la semana pasada para preparar la reflexión sobre las relaciones con China que tendrán esta semana los líderes europeos, antes de la cumbre entre la UE y China del 9 de abril en Bruselas.

Mogherini ha dejado claro que «compete a los estados miembro de la UE decidir qué compañías quieren autorizar o excluir de sus mercados nacionales por motivos de seguridad nacional» y ha insistido en la necesidad de regular el ciberespacio a nivel internacional para que «sea seguro y abierto».

Consistencia

La jefa de la diplomacia europea ha insistido en la necesidad de garantizar «la igualdad de condiciones para todos» los operadores «ya sea en Europa, el resto del mundo y China» y «en el ciberespacio o en terreno digital o en la economía real» y ha reclamado «consistencia» a Pekín respecto a las empresas europeas. «Pueden estar seguros que la UE será un firme defensor de esto y esperamos consistencia en esto, obviamente« de la parte china, ha remachado.

Ambas partes han incidido en que la UE y China son «socios estratégicos» al margen de sus diferencias en el plano económico y comercial o en materia de los Derechos Humanos -cuya próxima ronda de diálogo Mogherini ha confiado en que se celebre «pronto»--, como demuestra su cooperación a favor del refuerzo del sistema multilateral.

En este contexto, han enumerado como muestra de sus lazos la reforma de la Organización Mundial de Comercio y el rechazo al proteccionismo, su trabajo para atajar el cambio climático y aplicar el Acuerdo de París, así como la agenda de Desarrollo Sostenible de la ONU o en el acuerdo nuclear iraní. Asimismo, han subrayado su deseo de extender la cooperación en materia de paz y seguridad y a «trabajar más juntos» para resolver la disputa nuclear norcoreana, la crisis en Venezuela y en Afganistán.

Mogherini ha restado importancia a la consideración por el bloque de China como «un rival» en «algunas cuestiones», insistiendo en que sería «ridículo» no reconocer sus «sistemas políticos diferentes». Sin embargo, ha subrayado la necesidad de colocar en «una senda justa, respetuosa, equilibrada y mutuamente beneficiosa« sus relaciones económicas y »mejorar« el clima para las inversiones europeas en China, garantizar la protección de las indicaciones geográficas europeas y aplicar las normas en los proyectos de infraestructura.

Bruselas ha dejado claro que las inversiones que se hagan en el marco de la iniciativa china del Cinturón y la Ruta de Seda para conectar ambos continentes a través de una red de puertos, conexiones ferroviarias y parques industriales, respetan las normas europeas de competencia y transparencia.

Acuerdos bilaterales

Trece gobiernos europeos han firmado memorandos de entendimiento con China para participar en la iniciativa y otros lo estudian, incluido España. «Lo estamos estudiando con mucho cuidado«, han explicado fuentes diplomáticas. »Europa se está dando cuenta de la importancia y trascendencia que está tomando China en el mundo«, ha subrayado el ministro de Exteriores, Josep Borrell, que ha agregado la importancia del almuerzo que mantendrán con su homólogo chino, por primera vez en este formato.

El ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, ha pedido «no ser ingenuos» en proyectos de infraestructura importantes como las licencias 5G« y también avisado de que »no está en el interés de ningún país individual de separarse« de la estrategia europea común pactada para las inversiones en proyectos de infraestructuras y conectividad con China.

La ministra de Exteriores austriaca, Karin Kneissel, ha incidido en el problema que supone que compañías chinas «públicas» presten dinero a las europeas para proyectos de infraestructuras y se puedan apropiar de estas «si el préstamo no se devuelve». «Esto crea más que problemas financieros», ha avisado, al tiempo que ha insistido en la necesidad de ver si Europa es capaz de «crear campeones europeos, por ejemplo entre Alstom y Siemens, cuya fusión vetó la Comisión por el riesgo para la competencia que planteaba a su juicio.

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