El Ayuntamiento reclama al Gobierno regional la mejora "urgente" de la estación de autobuses

A las quejas de los usuarios por la situación de "abandono" de la estación de autobuses de Torrelavega se unen ahora las del Ayuntamiento que reclama al Gobierno regional inversiones para ofrecer un mejor servicio al cliente.

El concejal de Movilidad, Javier Melgar, reconoce la necesidad de llevar a cabo inversiones para mejorar diversas dependencias de la estación de autobuses de la Granja Poch, empezando por reabrir las taquillas de venta de billetes y de atención al viajero. El edil señala que esta reclamación formal ante la Consejería de Innovación fue acordada en la última comisión informativa, donde se dio traslado de las quejas de los usuarios tras el cierre de las taquillas hace año y medio, "lo que supone que para adquirir billetes se debe acudir a Santander o hacerlo a través de internet o en la máquina expendedora". Sin embargo, las empresas de transporte de viajeros que trabajan en la estación apuntan que la venta de billetes se mantiene abierta durante ocho horas al día en el quiosco de prensa que hay junto a la oficina de atención al público que se cerró. Además, recuerdan que también se pueden recargar las tarjetas de transporte del Gobierno regional en cualquier estanco de la ciudad, y para los trayectos de largo recorrido los billetes se adquieren en el propio autocar.

Según Melgar, la mejora de la estación de autobuses y la reclamación al Gobierno "es una necesidad urgente", sobre todo si se tiene en cuenta el alto número de viajeros que utilizan esta infraestructura, número que desde el equipo de gobierno (PSOE-PRC) se quiere potenciar dada la capitalidad comarcal que tiene Torrelavega. En este sentido, ha recordado que este asunto ya sido objeto de diversas conversaciones entre representantes del Ayuntamiento y de la Dirección General de Transportes, aunque no han dado el resultado que se esperaba.

A su juicio, la estación de autobuses de la Granja Poch necesita "inversiones en mantenimiento" para evitar deterioros y para adecuar la instalación a los nuevos requerimientos de los usuarios, siendo uno de ellos la necesidad de disponer de taquillas para atender a los viajeros.

La estación de autobuses ocupa unos 4.000 metros cuadrados en los bajos de un edificio de viviendas de la Granja Poch y la última inversión ejecutada en esta instalación se llevó a cabo en 2010, con la puesta en servicio de un área de atención al ciudadano dotada de sala de espera, taquillas y aseos públicos.

El objetivo de estas inversiones era mejorar la situación en la que se encontraban los viajeros al usar la instalación, aunque poco después se redujo el horario de atención en las taquillas hasta que fueron suprimidas. A su vez, desde hace algunos años la estación de autobuses permanece cerrada por las noches, y como consecuencia media docena de autocares se detiene de madrugada en plena calle, utilizando una marquesina colocada en un lateral, lo que produce quejas de los viajeros. En la última Comisión, este asunto también fue objeto de debate entre los representantes de los grupos, quienes además reclamaron una mejora de la información a los viajeros sobre los horarios de los distintos autobuses.

Además, se solicitó al equipo de gobierno PSOE-PRC que desde el Ayuntamiento se solicite a la Dirección General de Transportes la eliminación de algunas humedades, la mejora de los servicios comunes que se presta a los viajeros, así como solicitan la instalación de baños de uso exclusivo para los conductores y la mejora general de las medidas de seguridad vial, tanto dentro como en los accesos a la estación.