Alumnos de la UC critican el «mal servicio» de los autobuses que utilizan para ir a clase
Un grupo de universitarios que viajan a diario desde Torrelavega denuncian colas interminables, vehículos saturados y retrasos que les impiden llegar a tiempo al campus de Santander
Un grupo de alumnos de la Universidad de Cantabria (UC) que viajan diariamente desde Torrelavega al campus de Santander ha iniciado una recogida de ... firmas para denunciar lo que consideran un «mal servicio» de los autobuses universitarios gestionados por Alsa. La iniciativa, que en apenas unos días suma ya 200 apoyos, reclama mejoras «inmediatas» en las frecuencias, paradas intermedias y organización del transporte.
Bajo el lema «¡Basta ya! Servicio universitario Torrelavega-Santander: aglomeración, retrasos y caos a diario», los estudiantes aseguran que cada mañana se repiten las colas interminables, la saturación de los vehículos desde el origen y la imposibilidad de subir en las paradas intermedias de La Inmobiliaria, Barreda o Requejada. «Muchos compañeros han renunciado a esperar en su propia parada por miedo a quedarse en tierra», señalan. Álvaro Fernández, estudiante del máster en Telecomunicaciones y promotor de la campaña, describe la situación como «catastrófica». Afirma que el aumento de matriculados no se ha traducido en más autobuses y que las horas punta de las 07.40 y las 07.55, así como los regresos al mediodía, se encuentran al límite de capacidad. «He llegado a la estación a las 07.20 horas para coger el de las 07.40 h, que salió tarde, y terminé llegando a la universidad a las 08.45 h. Eso significa perder clase y dar explicaciones al profesor. Es muy frustrante», sostiene.
Los estudiantes describen el servicio actual como «catastrófico» y reclaman refuerzos «inmediatos»
El estudiante explica además que algunos autobuses carecen de la máquina para validar la tarjeta universitaria. «Nos hacen pasarla en otro bus de línea y luego volver a subir al universitario, lo que provoca colas enormes y más retrasos», evidencia. La recogida de firmas, asegura, pretende mostrar la magnitud del problema y ejercer presión ante la Universidad y los responsables del transporte.
Entre las demandas de los alumnos figuran el refuerzo real en las franjas de 07.00 a 09.00 y de 13.00 a 15.00 horas, el paso obligatorio por las paradas intermedias -con refuerzos si el bus va completo-, la eliminación del trámite de validar la tarjeta en otro vehículo y un respeto estricto a los horarios. «El servicio está totalmente mal dimensionado. Si funcionara bien, más gente lo utilizaría en lugar de optar por el coche, pero ahora no compensa», apunta Fernández.
«Compromiso» de Alsa
Desde Alsa, sin embargo, defienden la cobertura actual. Daniel Álvarez, gerente de la compañía, asegura que existen «cinco servicios especiales a la Universidad», dos de ellos reforzados con autobuses adicionales, y que cada mañana se ponen en oferta 420 plazas desde Torrelavega. «La demanda real se mueve entre 250 y 300 viajeros. Siempre hay plazas disponibles, aunque a veces no en el horario concreto que los estudiantes prefieren. Pero hay servicios cada pocos minutos», argumenta.
En declaraciones a El Diario Montañés, Álvarez reconoce que en septiembre se han producido «casos puntuales» de saturación, aunque niega retrasos generalizados. «Ayer aparecieron 27 viajeros que no tenían plaza y pedimos otro autobús. Para eso tenemos personal en la estación todos los días, para reaccionar si es necesario», señala.
Han iniciado una recogida de firmas, que supera ya los 200 apoyos, para «presionar a las instituciones»
Respecto al uso de autobuses de línea para validar las tarjetas, explica que es una práctica habitual en los refuerzos. «Puede suceder en algún caso, pero se lleva haciendo años. Lo importante es que los estudiantes suben con su título correctamente validado», apunta.
El responsable de la empresa insiste en que cualquier modificación de frecuencias o incorporación de más vehículos corresponde a la Dirección General de Transportes del Gobierno de Cantabria, con la que asegura estar en contacto «permanente». Además, subraya que Alsa «se compromete a incrementar el servicio y ajustar recursos» tras escuchar las demandas planteadas por los estudiantes. «Reaccionaremos de la mano de la Administración para garantizar el servicio a todo el mundo», concluye.
Desde Alsa aseguran que siempre hay plazas disponibles y prometen mejorar las frecuencias
Mientras tanto, los estudiantes continúan sumando apoyos a su recogida de firmas, convencidos de que visibilizar el problema es la única manera de forzar cambios. «No aceptamos más excusas. Queremos un transporte público digno y ajustado a la realidad de los universitarios», reivindican, adelantando que seguirán con las protestas hasta que vean compromisos claros cumplidos en el día a día.
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