La cuenta atrás del apeadero Altamira
El proyecto para soterrar las vías del tren a su paso por Torrelavega prevé la eliminación de esta parada en 2025
El estudio informativo del proyecto para soterrar las vías del tren a su paso por Torrelavega, una inversión demandada históricamente en la ciudad, contempla ... diversas actuaciones complementarias, como la reposición de los servicios afectados o la eliminación de otros que quedarán en desuso, como naves ferroviarias o el apeadero Altamira. Si no hay nuevas demoras, este último, utilizado a diario por cientos de pasajeros, será suprimido a mediados de 2025, coincidiendo con el comienzo de las obras del ansiado falso túnel.
El apeadero se construyó en la parte posterior del Centro Comercial Bulevar Altamira y se puso en marcha en 1990, tres años después de que fuese inaugurada la gran superficie comercial, primera de Torrelavega. La nueva parada del tren de ancho métrico nació con polémica, dado que los comerciantes del centro de la ciudad la consideraron como un agravio comparativo y una inversión que favorecía intereses privados con dinero público.
Actualmente, al apeadero se accede por una escalera y una rampa para personas con movilidad reducida. Ubicado en un lugar apartado, evidencia falta de mantenimiento: papeleras sin vaciar, cristales rotos, basura en el suelo, grafitis por todas partes... El lugar fue objeto de vigilancia policial hace dos décadas porque muchos jóvenes le destinaban a hacer el entonces emergente botellón. En los andenes hay paneles informativos sobre rutas, horarios y tarifas para las dos direcciones de la única vía: Santander y Cabezón de la Sal.
Pese a tratarse de un servicio situado en un lugar degradado, casi olvidado para gran parte de la población, son muchos los ciudadanos que le utilizan. Un ejemplo de ello son las decenas de jóvenes que se apean en la parada pasadas las ocho de la mañana con destino a centros educativos, sobre todo los institutos más cercanos: Miguel Herrero y Besaya. También llama la atención que la mayor parte de los conductores que aparcan su vehículo en el centro comercial, lo hacen para coger seguidamente el tren que les llevará, en casi todos los casos, en dirección a Santander.
Así lo confirma a El Diario Montañés el gerente de la gran superficie comercial, Carlos Salcines, que, como muchos ciudadanos, desconocía el próximo adiós del apeadero Altamira. «No tengo ni idea, primera noticia», confesaba a este periódico, a la vez que reflexionaba sobre el asunto: «Esa parada es utilizada por mucha gente. En las horas punta llama la atención el número de pasajeros. No sé si podremos hacer algo para que se mantenga. Imagino que las autoridades habrán pensado en ello».
María, trabajadora de Supeco, supermercado del Bulevar Altamira, señalaba que muchos clientes y trabajadores de la gran superficie comercial utilizan el apeadero, pero también advertía de un problema: «Nuestro aparcamiento ahora es gratuito y se está llenando de coches de gente que va y viene en el tren». Ana, que trabaja en la gasolinera del centro comercial, lo presencia a diario: «El 80% de los vehículos que ves en el aparcamiento son de personas que cogen el tren en dirección a Santander o Cabezón de la Sal. Yo conozco a Elena, que trabaja en Correos en Bezana. También pasan por aquí por la mañana muchos chavales que van al instituto».
«Es una pena»
Paula es de Comillas y ha cogido el tren en Cabezón de la Sal. «Me viene bien parar aquí -explica- para ir a la biblioteca a estudiar. Después como en casa de mi abuela y voy a entrenar por la tarde a las pistas de atletismo. Es una pena que supriman el apeadero, porque le utilizamos muchos chavales». Otra joven procedente de Cabezón de la Sal, Noa, opina lo mismo: «Yo le uso casi todos los días. Quedo con amigos y me coge más cerca que la estación del centro. Yo estudié en el Miguel Herrero y lo conozco bien. No sabía que iban a quitar la parada».
A Francisco y Ana, matrimonio residente en el pueblo de Villapresente (Reocín), también les sorprende la noticia: «Cogemos el tren en la estación de Santa Isabel y nos apeamos aquí porque nos viene bien para hacer compras o recados. Por este apeadero pasa mucha gente. Es una pena que le quiten».
El pasado viernes se iniciaron las obras previas a las del soterramiento. Concretamente, ha comenzado la reposición de las tuberías de saneamiento y abastecimiento de agua afectadas por la próxima construcción de la vía provisional por la que circularán los trenes mientras se hace el falso túnel. La cuenta atrás para el adiós del apeadero Altamira está en marcha y muchos usuarios aún no lo saben.
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