«Me voy a dejar la piel para hacer justicia por mi padre. Tienen que cambiar las leyes»

La hija de Florentino Gómez 'Floren' –el ciclista de 67 años que fue atropellado el pasado sábado por un conductor que se dio a la fuga, fue detenido más tarde, y quedó en libertad con cargos– todavía está intentando comprender las circunstancias en las que su padre perdió la vida. «Me podía esperar muchas cosas, que sufriera alguna enfermedad, un ictus... pero que le atropellaran y luego se dieran a la fuga... No lo he asimilado y creo que me moriré sin hacerlo». «Dejar a mi padre en la cuneta a las ocho menos cuarto de la mañana y a cero grados...», lamenta.

Pero lo que más le indignó fue que al día siguiente del accidente, el juez dejara en libertad al detenido. «Le tenía que haber mandado a prisión, pero si no lo hizo fue porque en ese momento no tenía las pruebas suficientes». Por eso, con el asesoramiento de su abogada, Estefanía ha emprendido una cruzada para que «cambien las leyes, porque están mal redactadas y, mientras no cambien, seguirán ocurriendo estas cosas».

El pasado sábado le tocó a su padre, el viernes anterior al motorista de 19 años que fue arrollado en Castelar y mañana, «podemos ser cualquiera de nosotros». «Nos tenemos que unir todos, hacer fuerza e intentar que las leyes cambien». De ahí que haya organizado una concentración que se celebrará este domingo, a las 12.00 horas, en el Bulevar Demetrio Herrera de Torrelavega, para reivindicar el endurecimiento de las penas a los causantes de accidentes de tráfico por negligencia y omisión del deber del socorro. «Es muy triste que una persona tenga que ir a un medio de comunicación a pedir que se cambien las leyes. Hace cinco días he enterrado a mi padre y estoy hoy aquí (en la redacción de El Diario Montañés). Es muy duro. Tenía que estar en casa llorando las penas, con mi familia, pero estoy intentado que todo el mundo me ayude para conseguir que cambie esto».

Estefanía es consciente de que al hombre que ha causado la muerte de su padre, como mucho le pueden caer ocho años de cárcel por los dos delitos que se le imputan (el homicidio por imprudencia grave y el de abandono del lugar del accidente, penados con hasta cuatro años). De ahí su reivindicación. «Es que encima las penas se reducen una vez entran en la cárcel por buen comportamiento y otras cosas. Una persona que ha matado a otra no puede estar en la calle después de dos años», reflexiona, al tiempo que lanza una pregunta: «¿Qué le estamos enseñando a la sociedad, que matas a alguien y estás luego tranquilamente en tu barrio con tus amigos tomando un café como si nada hasta que entres en prisión? Si cometes un homicidio tienes que entrar a la cárcel y pagar por ello».

Mientras sigue intentando confirmar sus sospechas para solicitar la prisión del conductor, agradece las numerosas muestras de cariño de la gente. «Hay una minoría de la sociedad que está podrida, pero hay una mayoría que te ayuda y apoya».