Gasolina, motores al límite y derrapes de película
Adrenalina ·
Especialistas al volante asombran a las familias de Torrelavega desde este sábado con el American Motor Show, en el aparcamiento de La LecheraCuando el mismísimo Toretto, personaje de la saga Fast & Furious, llegó quemando rueda con su Dodge Charger negro y disparando balas de fogueo al cielo ... desde la ventanilla, el público ya se fue haciendo a la idea de la auténtica americanada de espectáculo que estaba a punto de presenciar. Porque el aparcamiento de La Lechera, en Torrelavega, se convirtió este sábado en un auténtico plató de cine y escenas de riesgo al volante, con persecuciones policiales, deportivos, motos, quads, derrapes, ruido ensordecedor, humo y marcas de neumático sobre el asfalto. Y no les digo nada del tanque convertido en coche patrulla, un carro de combate sacado de una subasta de la Segunda Guerra Mundial, del coche fantástico ni del camión monstruo o 'monster truck' de 1.800 caballos, que fueron los platos fuertes de este 'American Motor Show' con organizadores de Portugal y que, a lo largo del año, van de ruta también por España.
Este sábado tumbaron la aguja en Torrelavega. Y, como buen 'show' –esta vez los anglicismos están permitidos–, una voz al micrófono comentaría cada derrape, maniobra milimétrica y hasta cada neumático reventado –que lo hubo– al más puro estilo 'speaker' estadounidense. Lean alargando las vocales y modulando la voz de forma exagerada: «Allá vamos!»; «¡aquí viene Rayo McQueen!»; «¿quién quiere montar?»… Lo de la rueda le pasó al sheriff de Arizona, por cierto, como decía la placa sobre el capó. ¿Estaba en el guión? No, pero, parafraseando a Toretto: «No importa si ganas por un centímetro o por un kilómetro: ganar es ganar».
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Y el público ganó. Habría cerca de 400 personas en las gradas montadas en el aparcamiento de La Lechera, frente a esta 'autovía' improvisada de unos sesenta metros de largo y quince de ancho. Aprovisionados con palomitas y refrigerios –no podía faltar el puesto–, los chavales y sobre todo las familias que apostaron por este plan de dos horas este sábado por la tarde se lo pasaron bien gritando y aplaudiendo a los especialistas. Mogollón de peques sobre las gradas, «flipando», como exclamaría uno, con la cantidad de maniobras y derrapes que se pueden hacer en unos pocos metros cuadrados.
«¿Queréis más?», «¡sí!», Y hubo más. Y distinto. Hasta un pequeño tramo del espectáculo sin tanto ruido y que, con algunos juegos centrados en la participación del público y una bicicleta «con truco», seguro que algunos oídos agradecieron pasada hora y media. Hubo más de una familia que, de hecho, llevó auriculares para proteger a los más peques. El interludio no engañó a nadie y la gasolina volvió a la pista rápidamente. Volvió a sonar 'Back in Black' y, tras quemar un poco de gasolina, comenzó lo que todo el mundo estaba esperando y copaba las imágenes del cartel:uno de esos camiones destructores aplastando coches. ¿Innecesario? Sí. ¿Espectacular?También.
'Exterminator' se llama el bicho 'mutante' salido de la mezcla entre un tanque inglés de la SGM y un coche patrulla. Y si el 'Exterminator' exterminó, el 'monster truck' fue directamente cruel con el Renault Megane y los restos del otro coche cuya marca quedó sin identificar. Rugió, asustó, aceleró y pasó por encima de ambos dejando, al menos a uno, como una pizza 'cuatro estaciones'. Este domingo al mediodía y el fin de semana que viene, en el resto de espectáculos programados, habrá otras víctimas. Las de este sábado ya estarán en el desguace por piezas.
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