Un hurra por los 20 años de la Escuela de Fisioterapia Gimbernat en Torrelavega
El acto conmemorativo ha reunido a autoridades, docentes y exdirectores para repasar la trayectoria de un centro que ya forma parte de la identidad académica de la ciudad
Las Escuelas Universitarias Gimbernat han conmemorado este sábado su 50 aniversario y los 20 años de implantación en Cantabria con un acto institucional en el campus de Torrelavega que ha reunido a responsables académicos, políticos y protagonistas de su desarrollo a lo largo de estas dos décadas.
La directora del centro en Cantabria, Isabel Díaz Ceballos, fue la encargada de abrir el acto con un repaso a los principales hitos de la escuela: la primera promoción en 2008, la inauguración del edificio de Fisioterapia en 2010 y la incorporación del grado en Logopedia un año más tarde. Actualmente, el campus torrelaveguense acoge a 850 alumnos distribuidos en dos grados y dos másteres, «una historia sólida de éxito», afirmó.
Entre los intervinientes, destacó el testimonio del exrector de la UC Federico Gutiérrez-Solana, quien recordó que la llegada de Gimbernat a Torrelavega «no fue casual» sino fruto del esfuerzo por no resignarse a ser una universidad pequeña. En la misma línea, José Manuel Revuelta, exvicerrector, apuntó que la ciudad «ganó una oportunidad» cuando no hubo espacio en Santander: «Torrelavega enriqueció su tejido universitario y sanitario».
La emoción también se hizo presente con las palabras de María Luisa Porté, primera directora del centro en Cantabria, quien evocó los inicios del proyecto con «agradecimiento, ilusión y orgullo» por lo logrado. Por su parte, el alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, subrayó el impacto del campus en la ciudad: «Es un activo innegable que genera empleo, riqueza y nos hace más fuertes. Espero que este affaire dure varios siglos más».
Durante el acto, el regidor hizo entrega de una placa conmemorativa al presidente de la Fundació Privada Escoles Universitaries Gimbernat, Emilio Luque Fadón, quien agradeció la implicación de quienes creyeron en el proyecto desde su fase más modesta, con apenas 240 alumnos: «La intendencia, lo que hay detrás, fue clave».
La actual rectora de la Universidad de Cantabria, Conchi López, también participó en el acto, desde una perspectiva doble: institucional y personal. «Tengo el corazón partido pero unido. He sido parte de esa tropa que siguió a los líderes. Esta es una historia de éxito basada en valores compartidos», dijo, reafirmando el compromiso de la UC con el futuro del campus.
El consejero de Educación, Sergio Silva, cerró el turno de intervenciones destacando el nivel del sistema educativo cántabro, que cuenta con una de las tasas más bajas de abandono escolar en el país, además de unas ratios y resultados académicos «dignos de reconocimiento».
Como colofón, se entregaron placas conmemorativas a las autoridades presentes mientras un cuarteto de cuerda interpretaba una pieza musical, poniendo la nota solemne y emotiva a una jornada de recuerdo, celebración y orgullo colectivo.
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