Un juez obliga al Gobierno a dotar de materiales de protección a los trabajadores del CAD Sierrallana

17casos positivos se han registrado entre los residentes del CAD Sierrellana.

18trabajadores del Centro de Atención a la Dependencia han resultado positivo.

El auto recoge que los usuarios del CAD, personas con discapacidad intelectual, son «un colectivo vulnerable», y que los trabajadores son «un grupo sometido a un peligro real y alto de contagio», activa y pasivamente. Y recoge que las comunicaciones aportadas «no acreditan el íntegro cumplimiento» de medidas de distribución de equipos EPI, aislamiento, reorganización, desinfección o reagrupación de usuarios. El juez concluye que, «acreditada la existencia de una apariencia de buen derecho (falta de adopción de medidas de prevención de riesgos laborales) y de un peligro de moral procesal (riesgo inminente para la salud de los trabajadores de no adoptarse con urgencia las medidas solicitadas), procede acordar las medidas interesadas cautelarmente en la demanda» –aunque señala que el cumplimiento inmediato de algunas podría ser imposible: por ejemplo, si hay desabastecimiento del mercado. Con todo, Gobierno e Icass «deberán proceder a la mayor urgencia posible» a adoptar protocolos de contención, y a dotar a la plantilla de protección individual y material desinfectante acorde a lo legal. Las demandadas podrán formular oposición en 20 días a partir de la notificación del auto de medidas.

Esto llega en un momento complicado para el CAD, con 17 casos positivos entre residentes; 18 entre trabajadores, y 14 profesionales pendientes de realizar la prueba. El sindicato TU ha denunciado en varias ocasiones las condiciones de trabajo de la plantilla, reclamando la intervención del Icass y también «soluciones de inmediato» a la dirección de centro, para la que pedido la dimisión. Otros sindicatos, como CC OO, han señalado también falta de protección en este y otros CAD.

Se han tomando ya algunas medidas, entre ellas, el Gobierno, el día 26, apuntó a la ampliación del espacio operativo en CAD, y señaló que hacía un seguimiento de la situación de este y otros centros.

Una trabajadora declaró ayer a este periódico bajo anonimato que ahora es ya momento de «afianzar» esas medidas tomadas –de organización, entre ellas– para «seguir adelante», aunque lamentó que, solo a partir del primer positivo, se empezara a tomar conciencia, y no antes, perdiendo así capacidad de reacción. Hasta entonces, la plantilla, lamenta, ha trabajado casi sin protección o sin una redistribución de los tiempos o los espacios de trabajo.