Luz verde a la construcción de las primeras viviendas en El Valle
El grupo Casado plantea levantar 58 casas en la zona, la promoción más importante desde la crisis inmobiliaria de hace casi dos décadas en Torrelavega
Es la promoción de vivienda más grande que se construye en Torrelavega desde la crisis y el estallido de la burbuja inmobiliaria. Se ubicará en ... El Valle, entre los colegios Sagrados Corazones y La Paz, y estará formado por 58 nuevas viviendas, con garajes y trasteros, construidos por el grupo Casado, a través de la empresa La Vega de Riofrío. La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento aprobó ayer por la mañana el proyecto de ejecución de esta urbanización, autorizando así el inicio de las obras en esta zona al límite entre Sierrapando y Tanos.
Después de dos décadas de parálisis en el sector inmobiliaria y prácticamente sin grúas en la ciudad, este entorno, El Valle, se consolida ahora como la gran oportunidad de crecimiento de Torrelavega, logrando resucitar poco a poco los tres planes parciales que hace años quedaron en pausa. Únicamente el segundo, el más avanzado, contempla la construcción de 450 nuevos hogares en esta zona, incluidas estas 58 y 42 más del Gobierno de Cantabria -a través de Gesvicán-, entre otras.
Las del grupo Casado pueden considerarse la primera participación del sector privado en estos terrenos. Los detalles de la promoción ya han sido avanzados por el Consistorio y la empresa en diferentes anuncios: la inmobiliaria Casado quiere construir domicilios de «dos, tres y cuatro dormitorios, además de dúplex», un lote de 58 viviendas que describe como una «oportunidad»; en su anuncio, la constructora destaca su modernidad, luminosidad y las «excelentes calidades», además de sus terrazas «para aprovechar el buen clima de la zona». De puertas hacia afuera, la compañía también resalta los valores de Torrelavega y su entorno desde múltiples puntos de vista -paisaje, cultura, gastronomía, deporte, cercanía a espacios naturales, el mar, etc.-.
El desarrollo de El Valle es un signo de recuperación tras veinte años de tendencia bajista en el sector de la vivienda y del padrón. Son dos sectores muy asociados y que, en el caso de Torrelavega, han sufrido mucho desde que explotó la burbuja. Desde entonces, la capital del Besaya ha asistido al éxodo de ciudadanos a otros municipios de la comarca, un goteo de jóvenes, proyectos de vida y familias que, sumado a la baja natalidad, empujó al municipio al borde de los 50.000 habitantes. Hoy, la ciudad parece haber revertido la tendencia demográfica -los últimos datos asi lo dicen-; de no ser por la población inmigrante, seguramente, habría cruzado esa línea hace años.
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