Un museo para presumir del hojaldre
El Diario Montañés muestra en exclusiva cómo será el nuevo espacio de divulgación y formación del dulce típico de Torrelavega
La rehabilitación del edificio de la Plaza Baldomero Iglesias ya tiene forma y nombre: el Museo del Hojaldre. El proyecto, diseñado por el Estudio GD ... de Madrid, combina tradición e innovación para dar vida a un espacio gastronómico, cultural y sensorial único en Cantabria. Las infografías del diseño, que se publican ahora por primera vez, revelan una propuesta arquitectónica y museográfica concebida para atraer tanto a visitantes locales como a turistas nacionales e internacionales.
El edificio, un inmueble de tres plantas con estructura de madera, será completamente reformado para adaptarse a su nuevo uso museístico. La planta baja acogerá el vestíbulo, aseos, un ascensor accesible, una tienda con zona de degustación y el taller 'Capa a capa', donde los visitantes podrán elaborar su propia polka. La primera planta estará dedicada íntegramente a la exposición, que se iniciará en un cubo central con un audiovisual inmersivo sobre la tradición hojaldrera de Torrelavega y continuará con un recorrido temático que abordará desde los ingredientes hasta el futuro de la industria. El segundo piso se destinará a otro uso (pendiente de decidirse) pero será necesario conservar el acceso y las comunicaciones verticales con la escalera y con el futuro ascensor que reemplazará al actual.
Tal y como se refleja en la memoria presentada por el estudio madrileño, la museografía destaca por su carácter inclusivo y participativo. Estaciones sensoriales, manipulativas e interactivas invitarán al público a tocar, oler y experimentar, convirtiendo la visita en una vivencia educativa y lúdica. Paneles de lectura a varios niveles, materiales accesibles y elementos tiflológicos garantizarán que todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan disfrutar del museo.

El proyecto, al que ha tenido acceso El Diario Montañés, contempla una cuidada selección de materiales: madera, acero inoxidable y panel composite, simulando los obradores tradicionales y asegurando durabilidad y fácil mantenimiento. Se conservarán elementos originales del edificio, como los pilares de madera, que serán resaltados con iluminación específica para poner en valor su historia.
Además de su valor patrimonial, el museo quiere ser un motor turístico. Ofrecerá experiencias adaptadas a diferentes públicos: visitas escolares, actividades familiares, rutas gastronómicas o talleres para personas mayores. Todo con una imagen corporativa moderna y reconocible, que combina tipografías tradicionales con una paleta cromática vibrante y elementos gráficos inspirados en las famosas polkas.
Pero, primero, la estructura del edificio tendrá que ser consolidada. Este periódico ya adelantó que la empresa adjudicataria -Tamisa- renunció la semana pasada a llevar a cabo esta obra y ahora será Tektia quien se pondrá al frente de los trabajos.
El Museo del Hojaldre se enmarca dentro del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino 'Torrelavega 4.0, hacia el 035', financiado con fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Con esta propuesta, Torrelavega se mantiene firme en su apuesta por un proyecto que celebra una de sus señas de identidad más dulces.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.