El Parlamento se suma al Ayuntamiento y rechaza el traslado de la Guardia Civil

«Surrealista», «ridícula» o «hiriente» fueron algunos de los descalificativos que PP, Cs y Vox, en ese orden, vertieron contra la iniciativa. Esos reproches, basados no en una discrepancia de fondo sino en el oportunismo y uso electoral del instituto armado que, dicen, demuestra ahora el PSOE, derivó en la abstención de populares (9) y ultraconservadores (2); y en los votos negativos por parte de los naranjas (2) y la diputada no adscrita, Marta García (1). La alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz (PRC), no asistió al debate ni a la sesión de ayer en general, por motivos de salud.

A la portavoz parlamentaria del PSOE, Noelia Cobo, no le hizo falta mencionar la construcción del nuevo cuartel polanquino para replicar la posición de su grupo en Torrelavega y esgrimir los argumentos por los que, según ella, el traslado de la Benemérita sería un «severo golpe» para la ciudad. No sólo en lo «económico o lo laboral», sino también en lo «social». Torrelavega «no puede permitirse la pérdida de la Guardia Civil», declaró la secretaria de Organización, antes de instar al Ministerio a acometer una «rehabilitación» en el puesto.

Nadie le tomó en serio. Con más o menos elegancia, y votación al margen, todos los parlamentarios que vinieron después dejaron algún recado contra la preocupación que el PSOE viene haciendo pública en relación al futuro de la Guardia Civil. Hasta el propio Pedro Hernando (PRC) reconoció sentirse «sorprendido» ante la presentación de la propuesta, aunque no quiso ahondar más ni dejar en evidencia a su socio.Prefirió ser pragmático. «Lo importante aquí no es tanto el cuartel sino que Torrelavega requiere, como toda Cantabria, más efectivos de la Guardia Civil. Esa es la cuestión que hay que plantearle a Marlaska», centró el portavoz, conforme con la incorporación de dicha actualización para el cuartel en la agenda de Interior.

La ejecución de esa rehabilitación y la defensa del Cuerpo en Torrelavega o en cualquier municipio tienen poco que ver con la «guerra interna» que, según el portavoz del PP, Íñigo Fernández, motiva realmente la presentación de esta PNL y todos los aspavientos que socialistas y regionalistas vienen protagonizando en las últimas semanas. «Y hoy aparece este disparate, una estrategia para que todos aplaudamos que el PSOE se pide a sí mismo que haga su trabajo», describió el popular, muy duro con los dos miembros del bipartito: tanto con Revilla, a quien recordó su imparcialidad reconocida en el tema y acusó de «lavarse las manos»;como con los socialistas, por la inexistente comunicación que vienen demostrando con la Delegación del Gobierno –en manos de la socialista Ainoa Quiñones, al tanto esta de todos los planes de Interior para Cantabria–.

Ese desconocimiento sobre los planes del Ministerio vertebra también las críticas que dirigió el diputado de Ciudadanos Diego Marañón. «En el cuartel llevan sin hacerse las obras necesarias desde hace décadas. ¿Se acuerdan ahora? ¿A meses de las elecciones? Parece que el PSOE, que gobierna en todas las instituciones implicadas, se da cuenta ahora», lamentó, no sin recordar todas las veces en las que, ante una proposición similar, los socialistas se negaron a votar a favor.

Muchas de esas iniciativas fueron de Vox. De ahí la reputación que, según su portavoz, Armando Blanco, posee el PSOE en temas como este. «Ustedes son tan poco creíbles a la hora de defender a la Guardia Civil que se les tendría que caer la cara de vergüenza», cargó, antes de acusar al partido de «echar» al cuerpo de Navarra y reducir la iniciativa a la «guerra» que mantiene con el PRC.