Retirada una tonelada de amianto en las labores de derribo de la caldera de Sniace
Los residuos se encontraron en bajantes y ventanas del edificio, en el marco del proceso de desmantelamiento de la antigua fábrica
Una tonelada de amianto ha sido retirada durante los trabajos de demolición de la caldera número 7 de Sniace, la antigua planta industrial de Torrelavega ... clausurada en febrero de 2020. Aunque no se había comunicado oficialmente a los vecinos ni a los medios de comunicación, esta operación ya se ha ejecutado «hace semanas» con autorización del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (Icasst), que ha supervisado dos planes de trabajo elaborados por la empresa Tirso, subcontratada por Veaco Works, responsable del desmantelamiento.
Los residuos retirados corresponden a elementos de fibrocemento localizados en las bajantes del edificio y en sus ventanas. En total, según consta en la documentación y tal y como han afirmado fuentes municipales a este periódico, se trató de unos 248 kilogramos en el primer caso, retirados mediante el uso de pala mecánica, y otros 750 aproximadamente, extraídos manualmente. Los operarios actuaron equipados con trajes de protección integral, en cumplimiento con los protocolos específicos para la manipulación de este material altamente peligroso.
Esta intervención se enmarca en la demolición mecánica del edificio de la caldera, una estructura icónica del recinto de Sniace. Inicialmente, los liquidadores de la fábrica habían tramitado un proyecto de voladura controlada con cerca de media tonelada de explosivos, pero ante la oposición vecinal y la falta de respaldo institucional, se optó por una alternativa más segura. La nueva propuesta fue aprobada por el Ayuntamiento de Torrelavega en noviembre de 2024, permitiendo la demolición por medios tradicionales y reduciendo el riesgo de contaminación en la zona.
La demolición se realizó por medios mecánicos tras descartarse el uso de explosivos
La documentación presentada entonces aseguraba que no existía constancia de presencia de amianto en la caldera. No obstante, el plan contemplaba medidas específicas por si se detectaban materiales sospechosos durante las inspecciones. El hallazgo posterior de una tonelada de fibrocemento demuestra la relevancia de estos protocolos y plantea dudas sobre la cantidad total de amianto que podría permanecer en otras zonas del complejo. Esta tonelada retirada representa solo el principio, ya que se refiere exclusivamente a elementos secundarios como bajantes y carpinterías. La magnitud de lo que aún podría aparecer sigue siendo una incógnita.
Los trabajos han sido ejecutados sin anuncios públicos ni ruedas de prensa. Las únicas referencias oficiales han sido los expedientes tramitados por Metalgara en 2023 y Veaco Works en 2024, centrados exclusivamente en el achatarramiento de instalaciones y el uso de grúas o excavadoras para el derribo. Este silencio institucional contrasta con la magnitud del residuo retirado, teniendo en cuenta que este tipo de material está considerado cancerígeno y su gestión requiere condiciones muy estrictas.
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