El servicio de la grúa sale a licitación por 1,5 millones tras un primer intento sin ofertas

Torrelavega se ha topado con un pequeño enredo logístico y administrativo que mezcla grúas, autobuses y plazos que no se cumplieron. El Ayuntamiento ha tenido que declarar desierta la licitación del nuevo contrato del servicio de grúa municipal –con un valor estimado de 1,5 millones de euros y un plazo de ejecución de cuatro años– porque, sencillamente, no llegó ninguna oferta dentro del plazo. Según el acta de la Mesa de Contratación nadie presentó propuestas antes del 30 de abril, fecha límite para hacerlo. Ahora, con una nueva licitación sobre la mesa, las empresas interesadas podrán presentarse hasta el 19 de junio.

Aun así, el servicio no se detiene. La empresa Alsa, que ha estado gestionando la grúa hasta ahora, continuará al frente mientras se resuelve el nuevo proceso. Pedro Pérez Noriega, concejal de Seguridad, lanza un mensaje de tranquilidad: «No hay prisa, el servicio está garantizado. Lo que ocurrió es que a la empresa interesada se le pasó el plazo para presentarse, así que se vuelve a licitar con las mismas condiciones».

Pero lo más curioso es cómo se ha llegado hasta aquí. Durante años, el servicio de grúa formó parte del contrato del Torrebús. Todo en el mismo paquete. Sin embargo, la Plataforma de Contratación del Estado pidió al Ayuntamiento que lo sacara por separado, y eso ha dado lugar a esta situación temporal. Ahora hay dos contratos: uno para los autobuses y otro para la grúa.

De momento, Alsa sigue siendo adjudicataria de ambos, lo que permite que los Torrebuses se almacenen en el depósito municipal. Pero eso puede cambiar. «Si otra empresa gana la grúa, habrá que ver qué pasa con el espacio. O se entienden entre ellas, o tendremos que buscar otro sitio para guardar los autobuses», reconoce Pérez Noriega.

Una historia con ruedas que, por ahora, sigue en marcha… pero con alguna curva en el camino. El desenlace dependerá de la nueva licitación, que marcará si la convivencia entre grúa y autobuses sigue bajo el mismo techo o toca mudanza. El Ayuntamiento confía en que esta vez no se repita el fallo de plazos y que el proceso concluya sin más sobresaltos. Para entonces, será hora de ajustar el mapa y aparcar los problemas.

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