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Los planes para construir una residencia para estudiantes en el campus de la Universidad de Cantabria (UC) en Torrelavega van tomando poco a poco ... la dirección que ya avanzó El Diario Montañés hace meses. El Ayuntamiento ultima los pliegos para sacar a licitación la explotación de una de las fincas del campus, una situada entre la Escuela de Minas y de Fisioterapia y cuya titularidad volvió a manos del municipio tras un acuerdo de reversión sellado con la UC en la anterior legislatura (2019-2023).
La idea es que este mandato (2023-2027) sea el de empezar a ver los resultados sobre el terreno; de hecho, el Consistorio quiere convocar este concurso público este mismo año y escuchar las ofertas de empresas interesadas en levantar este edificio, adscrito a la institución académica y proyectado en los planos del Ayuntamiento con unas 200 habitaciones, tres plantas y una inversión estimada de 10 millones de euros. Ese presupuesto es orientativo y dependerá de las compañías que se presenten a la licitación, que estará vehiculada mediante una concesión demanial, esto es, un acuerdo para que se haga un aprovechamiento de esta finca 'alquilada' -durante 'x' años- a la Administración local.
El trabajo en los despachos está encarrilado en esta dirección desde hace tiempo. No solo en la reversión de la finca o los propios pliegos de esta futura licitación, sino en las modificaciones que está sufriendo también el Plan Especial de Ordenación del Campus de la UC en Torrelavega. En él, además de preparar el terreno a la llegada de la nueva sede del Parque Científico y Tecnológico (Pctcan), el Ayuntamiento se ha encargado de alterar algunas condiciones asociadas al planeamiento de la parcela -como la creación de plazas de aparcamiento-, haciendo del proyecto una iniciativa más flexible e interesante para los promotores interesados.
Rebajar la presión de los altos alquileres y del mercado de la vivienda en general es solo uno de los grandes objetivos que destaca el alcalde preguntado por estos avances. Javier López Estrada subraya también la oportunidad de dotar de «nueva infraestructura al campus», con cerca de cien nuevos alumnos todos los años, y de «mejorar los servicios». Porque el proyecto que prepara el Consistorio no solo contempla una residencia de tres plantas -con posibilidad a una cuarta-; en los papeles hay espacio reservado para salas de estar, de estudio, gimnasio y, en suma, un plazo de ejecución de unos veinte meses.
Todos estos servicios, como el inmueble, no solo estarían abiertos únicamente a los alumnos de la UC. El proyecto abre el abanico de inquilinos al personal docente e investigador y también el asociado a la innovación a colaboración con el sector empresarial de la comarca y que vaya a pasar una larga estancia en la ciudad.
A todos estos pasos preceden diferentes encuentros entre la Universidad de Cantabria y el alcalde, celebrados desde la anterior legislatura. En varios, incluidos los mantenidos con los candidatos a dirigir la institución, siendo la ganadora Conchi López, el Consistorio ha trasladado su intención de seguir trabajando en el proyecto, anhelado como una pata fundamental para impulsar el crecimiento del campus universitario.
El Ayuntamiento ha tomado la delantera en este asunto y habla con firmeza de los plazos y las intenciones; en la UC, en pleno proceso de transición y cambio de cromos en el Rectorado, son más cautos, sin que eso signifique que están en contra. En cualquier caso, el Consistorio sigue preparando los pliegos con vistas a una licitación este año o al siguiente, a más tardar.
Todo su contenido, incluidas las condiciones a las empresas interesadas, tiene que ser detallado. Y hay cosas fundamentales en el aire. Mucho de lo relacionado con la explotación de estas estancias, empezando por el alquiler que pagarán por vivir en ellas los inquilinos, sigue en el aire y a la espera de que los avances en la tramitación arrojen el nombre de una compañía interesada en el proyecto.
No es ningún secreto que el desarrollo del campus -también en materia académica- es un objetivo en el Ayuntamiento. Es más, en la campaña electoral de 2019, López Estrada ya definió la residencia como una solución a la liberación de pisos de alquiler y un revulsivo para la oferta de alojamiento que, para todos aquellos que vienen a estudiar, resulta un factor fundamental. Encontrar piso en esta zona -y en Torrelavega en general- es muy complicado; para los estudiantes, si cabe, todavía un poco más.
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Ana del Castillo
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