Torrelavega aspira a renovar el Plan General el año que viene tras dos décadas de espera
El Ayuntamiento refuerza con el fichaje del número dos de Obras Públicas la modernización del plano, un reto de legislatura por enésima vez desde 2004
2023 y 2024 serán los últimos dos años del exasperante y accidentadísimo proceso de actualización del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Torrelavega. Este ... documento, una herramienta fundamental para desarrollar el plano de la ciudad y permitir su crecimiento, encara ahora el segundo periodo de exposición pública y, tras este, su salto definitivo al periodo de evaluación ambiental. Será entonces, tras pasar por la lupa de diferentes entidades, cuando el tablero urbanístico de Torrelavega vuelva a manos del Ayuntamiento para su aprobación provisional, primero, y se someta al criterio de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (Crotu), después. Será este organismo autonómico -dependiente de Obras Públicas- el que en 2024 dará luz verde definitiva al PGOU y ponga punto final a la odisea que, desde 2004, la capital del Besaya viene atravesando para actualizar este escrito, de largo uno de los documentos más importantes en la mesa de cualquier municipio.
No es la primera vez -ni la segunda, ni la tercera, ni la cuarta...- que el Ayuntamiento de Torrelavega encara una nueva legislatura subrayando este reto con optimismo y como uno de los más importantes, pero sí la primera vez que incorpora a un asesor en materia de Urbanismo precisamente para poner toda la carne en el asador y resolver este embrollo de una vez por todas. El fichaje de Francisco Javier Gómez Blanco, director general de Urbanismo y Ordenación del Territorio en funciones es, además de una de las pocas novedades dentro de una coalición a grandes rasgos continuista, una apuesta inequívoca por un técnico que, en los últimos cuatro años, viene cooperando en este reto desde el otro lado de la mesa.
Desde la semana pasada, tras la configuración del organigrama del equipo de gobierno, Blanco ya es, oficialmente, la mano derecha de la concejal de Urbanismo y Movilidad, Jezabel Tazón, un aliado clave para sacar adelante no sólo el PGOU sino otros proyectos importantes que, como este, no le son desconocidos. Dos de los más destacados y que también conforman la lista de prioridades municipales son los Proyectos Singulares de Interés Regional (PSIR) de Las Excavadas y La Hilera, dos polígonos de 16 y 20 millones para reavivar el suelo industrial de la ciudad.
Estos últimos, siendo también muy importantes, no llevan tanto tiempo en la cola como el Plan General de Ordenación Urbana.
El escrito que a día de hoy sigue rigiendo la ciudad es el de 1985 y la odisea para renovarlo se remonta a 2004. Desde entonces, la adaptación a las nuevas necesidades de Torrelavega se ha convertido en un verdadero clamor para el desarrollo de la ciudad y muchos de los proyectos que llegan a la mesa de un Ayuntamiento por el que, desde entonces, ya han pasado cinco alcaldes y, cumplidas, hasta seis legislaturas.
El primer equipo redactor que asumió esa responsabilidad fue la compañía madrileña Prointec. Su relación con el Ayuntamiento duró nueve años, hasta 2013, y no terminó muy bien. El equipo de gobierno, liderado entonces por el popular Ildefonso Calderón, rescindió el contrato en 2013 por incumplimiento de los plazos acordados. No fue hasta dos años después cuando el Consistorio se puso en manos de un nuevo equipo, el último, el de C. Andrés y Ll. Masiá.
Acotado a un plazo de ejecución de tres años, los avances y la superación de fases han estado muy lastradas por los ritmos de la Administración y la pandemia del covid-19. De ahí las ampliaciones de contrato que se han venido solicitando en los últimos diez años, desde las de 2018, 2019 y 2020 hasta la última prórroga 'in extremis' para dilatar esta relación. En suma, la relación entre este equipo madrileño y Torrelavega va camino de cumplir nueve años.
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