Torrelavega ofrece dos parcelas a Interior para crear una nueva Comisaría de Policía

La presentación de estas dos parcelas ante técnicos del Ministerio supone el principio de un largo proceso para tratar de convencer al Gobierno de España de la viabilidad y las bondades de este proyecto. El ofrecimiento viene a consolidar también la idea de una comisaría conjunta, un modelo que no solo favorece las «sinergias» y la «coordinación» entre los agentes, como sostienen en el Ayuntamiento, sino que permitiría a Torrelavega levantar este inmueble con el apoyo financiero del Ejecutivo central. De momento, conviene hablar de todo en condicional. Este es el principio de la negociación y desde el Ministerio del Interior aseguran que esta se encuentra en una fase muy inicial.

El proyecto de la nueva comisaría no podría estar más de actualidad. El mal estado de las instalaciones del cuerpo municipal de Torrelavega es una de los lastres que han denunciado en los últimos meses algunos de sus agentes -a través del sindicato APLB- y la oposición, además de la equiparación salarial con otras policías del entorno. A fecha de hoy, después de una semana plagada de declaraciones y reproches cruzados entre el alcalde y miembros del sindicato, el conflicto sigue enquistado.

La posible ubicación de la Comisaría en La Carmencita es uno de esos planes que lleva años en un cajón del Ayuntamiento de Torrelavega y que el equipo de gobierno actual (PRC-PSOE) nunca llegó a descartar. Más bien al contrario. Como ya informó este periódico a comienzos del año pasado, la Concejalía de Seguridad retomó el estudio de este proyecto otra vez hace meses, entendiendo este punto de la ciudad como un lugar «estratégico» donde situar las instalaciones. Hoy, a esa propuesta se suma otra que también estaría situada cerca de un aparcamiento -el de Pintor Varela-, otra zona de acceso fácil para entrar y salir de la ciudad, ya sea hacia La Inmobiliaria, el centro o el Bulevar Ronda.

Y hablando de La Inmobiliaria, la ubicación de ambas propuestas en este barrio de la ciudad tampoco es casualidad. Una de las ideas asociadas al proyecto es la del poder «regenerador» de este tipo de instalaciones públicas sobre el entorno en el que se encuentran. Un concejal del equipo de gobierno comentaba la semana pasada que, con este tipo de sedes e instalaciones y el aterrizaje de diferentes dependencias municipales en general, los barrios de una ciudad se ven beneficiados y viven su particular regeneración integral desde todos los puntos de vista.

Desde que se inauguró con carácter «provisional» en 2007, los planes para crear una comisaría han estado siempre en el aire, con anuncios e ideas de tanto en cuando, pero sin materializarse en nada. Los políticos nunca han ocultado el carácter anómalo de esta eternización, como tampoco la poca funcionalidad de un edificio que hoy presenta más carencias que nunca. Sus «humedades» y sus «agujeros en el techo» son solo algunas de las carencias que han puesto de relieve los efectivos estos meses.

«Llevamos desde 2014 intentando hacer una comisaría y no hemos sido capaces», reconocería en dicha sesión el concejal responsable y portavoz del PRC, Pedro Pérez Noriega, ante el resto de grupos y una amplia representación de la Policía Local, movilizada a través de la Asociación de Policía Local y Bomberos de Cantabria (APLB) y la Unión Sindical Obrera (USO).