El arte de colgar paraguas entre fachadas
La calle Consolación, foco de las fotografías
En el sexto día de las fiestas patronales, el ambiente da un giro que muchos agradecen. A diferencia de las jornadas anteriores, en las que ... el intenso calor obligaba a usar pantalones cortos como forma de sobrellevar las altas temperaturas, esta vez el cielo nublado y el clima más fresco invitaron a la gente a salir, no para escapar del calor, sino para disfrutar del alivio que por fin llegaba. Por primera vez en días, usar pantalones no fue una estrategia de supervivencia, sino una forma de gozar del ambiente agradable.
El clima fresco acompañó los ya conocidos paraguas de colores que se extienden, de lado a lado, sobre la calle Consolación. Se ha convertido en una iniciativa consolidada de estas fechas para embellecer calles durante celebraciones, combinando atractivo visual con sombra funcional y dando un aire distintivo a los espacios públicos.
Entre los vecinos, también hubo quienes destacaron el valor estético que la decoración aporta a la calle durante las fiestas. «Al menos rompe la rutina», comentó uno de ellos, refiriéndose al cambio que suponen los adornos en el paisaje cotidiano. Sin embargo, no faltaron voces que pidieron una renovación del concepto. «La primera vez fue algo muy novedoso, pero ya es lo mismo cada año. Creo que deberían cambiarlo», aportaban.
En este contexto de fiestas, la actividad comercial se mantuvo constante, aunque no exenta de matices. Algunos comerciantes señalaron que, si bien las ventas no siempre son altas, la visibilidad que genera La Patrona ya representa un plus importante. «Aunque no compren en el momento, te conocen, pasan y ya saben que estás aquí. Eso también cuenta», comentaba una trabajadora. Para otros, el verdadero valor de estas jornadas está en la capacidad de atraer público: «Esto trae gente, y al final eso nos viene bien. La cuestión es que se queden y consuman.»
Desde media mañana, la vía registró un flujo constante de vecinos y visitantes. A la altura de algunos tramos, artistas plásticos pintaban en caballetes escenas del paisaje urbano, capturando tanto la calle Consolación como la cercana plaza Ángel Méndez. Evidentemente, la Calle de los Paraguas se ha convertido en el plató ideal de estos días para todos aquellos que tienen que realizar una pintura o los que se quieren hacer un 'selfi' en Torrelavega durante La Patrona.
La iniciativa, comenzó hace tres años en la también céntrica Joaquín Hoyos, pero ha terminado consolidándose en la de Consolación. Aquí, en pleno corazón comercial de Torrelavega, los paraguas de colores refrescan la postal del centro de la ciudad al tiempo que hacen sombra en estos días de bochorno. Ayer, además, cumplieron su función de toda la vida, durante el chaparrón que cayó durante la tarde. Decoran, protegen, hacen sombra y atraen a turistas. No en vano la iniciativa es de la Concejalía de Turismo del Consistorio.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión