Diversión a lo grande en miniatura
La oferta de juegos triunfó en la Plaza Mayor
Risas de pequeños, fotos de grupo y juegos compartidos en familia marcaron la jornada de ayer en la Plaza Mayor de Torrelavega, que se llenó ... de vida con una colección de actividades pensadas, principalmente, para los niños, verdaderos protagonistas de las fiestas y esta actividad. Desde las doce del mediodía, las mesas de juego comenzaron a recibir a familias enteras, que entre la curiosidad y el entusiasmo, se acercaban a probar dos propuestas que captaron las miradas: diez mesas con circuitos para chapas de metal; y, otras diez, con pistas de 'finger skateboard'.
Ambas secciones estuvieron abiertas al público de 12.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas, y volverán a repetirse hoy, para que quienes no hayan podido participar tengan otra oportunidad de hacerlo. Este año, además, se estrenó la sección de 'finger skate', una novedad que ha causado auténtica sensación entre los más pequeños. Los organizadores, siempre atentos al buen desarrollo de la actividad, entregaban a cada niño un mini-patinete y un chaleco de colores que permitía identificar a quienes estaban participando, manteniendo así un orden dentro del recinto. La expectación era evidente mientras los niños recorrían las diminutas rampas y barandillas;las familias aguardaban en los alrededores, animando y aplaudiendo cada logro.
«Los niños la están pasando fenomenal, están súper contentos, sobre todo con la del skate, que es nueva», comentaban Nieves y Eva, miembros de la tribu 39300, mientras observaban el ir y venir de los participantes.
La actividad de ayer contó una sección de juegos de mesa con chapas y otra con una espacio dedicado al 'finger skateboard'
Ya desde un cuarto para las doce, el silencio que reinaba en la plaza comenzaba a romperse con la llegada de familias que, atraídas por las mesas dispuestas en el espacio central, se acercaban con curiosidad. Los circuitos de chapas, que evocaban un juego clásico y sencillo pero siempre efectivo, se convirtieron en uno de los puntos más concurridos. Los clásicos nunca mueren. Allí, los niños iban acompañados por sus padres, que les explicaban cómo superar cada pista.
Cada mesa ofrecía un diseño distinto, desde campos de golf en miniatura hasta canchas de fútbol, pasando por carreras ambientadas en el antiguo Egipto o escenarios con montañas rocosas. Esta variedad hizo que muchos se propusieran probarlas todas. Poco a poco, se fueron formando pequeños grupos, creando un ambiente casi de feria en el que no faltaban las bromas, los consejos y los aplausos. «Este es nuestro segundo año viniendo, y lo hacemos siempre en familia», contaban unos peñistas.
El ambiente era de esos que invitan a quedarse: niños, adolescentes y hasta algún que otro adulto se animaban a participar. Entre las frases más repetidas se escuchaban con ternura expresiones como «¡papá, viste lo que hice!» o «¡ya es mi turno!», mientras los más entusiastas iban de una mesa a otra, haciendo amigos sobre la marcha. A medida que llegaban más familias, los grupos se mezclaban, y la plaza se convertía en un espacio donde la competencia quedaba en segundo plano frente al simple hecho pasarlo bien.
Y es que no iba de ganar o perder. El objetivo, según los organizadores, es que padres, madres e hijos puedan compartir tiempo de calidad en un entorno seguro y festivo, lejos de las prisas diarias. «No se trata de competir, sino de disfrutar y de que todos puedan participar sin importar la edad», apuntaba Alejandro uno de los organizadores del evento.
La combinación de tradición con los juegos de chapas y novedad con el 'finger skate' parece haber sido un acierto que conquistó tanto a pequeños como a mayores. Con actividades como esta, la Plaza Mayor confirma su papel como punto de encuentro de las fiestas, donde la diversión no entiende de generaciones y donde cada sonrisa es parte de un mismo juego.
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