Sorpresa mayúscula: los más jóvenes no invierten sus primeros ahorros como pensamos
Les preocupa el largo plazo y no arriesgan tanto como sus hermanos mayores
Iratxe Bernal
Viernes, 4 de julio 2025, 00:37
Tienen entre 18 y 24 años y están cobrando sus primeras nóminas. Un dinero que, como ya saben lo que cuesta ganar, miran con nuevos ... ojos. Son conscientes también de lo caro que hoy resulta independizarse y de los destrozos que la inflación puede hacer con los ahorrillos que no se mueven, así que cada vez son más los jóvenes que empiezan a invertir rompiendo más de un estereotipo.
Según la última encuesta de estructura salarial del INE, quienes están por debajo de los veinte años ganan de media 942 euros brutos mensuales, una cifra que sube hasta los 1.280 cuando ya se tienen 25. Están, por tanto, muy lejos de los 2.337 en que se sitúa la media nacional y que no alcanzarán –quienes lo hagan– hasta pasada la treintena. «Esos primeros ingresos son los que les hacen ver que la filosofía del solo se vive una vez no tiene sentido cuando hablamos de dinero y que tener un mañana mejor va a depender en gran parte tanto de su capacidad para ahorrar ahora que aún no tienen obligaciones como de la gestión que hagan de esos ahorros», afirma Álvaro Quesada, director de crecimiento para el mercado español de Lightyear.
Esta plataforma de inversión que opera en España desde hace tres años ha analizado el perfil de estos jóvenes tras constatar que son ya casi el 40% de sus usuarios. «Los hay que tienen un interés genuino por el funcionamiento de los productos de inversión, pero la mayoría lo hace para poder acceder a una vivienda. También hay muchos que se han dejado seducir por el movimiento FIRE», explica en referencia a quienes animan a invertir tanto como puedan y a costa del más mínimo capricho para, en teoría, poder retirarse a vivir de las rentas antes de los cincuenta. «En cualquier caso, son perfiles muy alejados del hedonismo y la despreocupación que a menudo atribuimos a este tramo de edades», subraya.
Así que, resignados a no poder abandonar el nido en unos casos y decididos a no hacerlo para aprovechar que las necesidades básicas siguen cubiertas por papá y mamá en otros, estos jóvenes buscan cómo rentabilizar sus ahorros en los mercados financieros. «Muestran una tolerancia al riesgo moderada, pero algo mayor que la de generaciones anteriores porque tienen menos que perder y, si eso ocurre, tienen más tiempo para recuperarse del revés», explica Quesada.
El 'boom' de los ETF
Así, si sus hermanos mayores dejaron atrás las cuentas de ahorro y los depósitos a plazo fijo que contrataban sus padres para interesarse por las acciones, ellos dan un paso más y como principal activo optan por los fondos cotizados (ETF), que viven un auténtico 'boom' gracias a la tendencia alcista de la Bolsa, la facilidad con que hoy se puede entrar en ellos a través de Internet, su liquidez y unos bajos costes de gestión en los que se nota la competencia entre bancos, neobancos, brokers online y 'fintech'.
«Permiten comprar participaciones de carteras de valores en las que se agrupan títulos de empresas de distintos sectores y mercados. Ofrecen, por tanto, desde el primer momento, una diversificación que tardaremos en lograr comprando las acciones por nuestra cuenta, además de muchas más posibilidades de vencer la inflación e incluso al propio mercado o índice al que van referenciados. Ahora mismo están proporcionando rendimientos cercanos al 7%, pero hay que entender que unos años serán buenos y otros malos, que la clave para ganar es la constancia», matiza Quesada, quien señala que en las preferencias no hay diferencia por edades; los favoritos son los vinculados al S&P 500, el índice que representa el rendimiento de las 500 mayores empresas de Estados Unidos y ofrece, por tanto, un termómetro de económica global.
De hecho, el S&P 500 es también el favorito de quienes sí se animan a crear su propia cartera de acciones. «El Ibex se ve como algo muy tradicional. Incluso dentro de la bolsa americana prefieren apostar por compañías innovadoras, como Nvidia, la creadora de ChatGPT, que por valores ya consolidados como Coca Cola o Visa que sí atraen a las otras generaciones», matiza Quesada.
Ni criptomonedas ni 'influencers' vendehúmos
«Es cierto que las decisiones de inversión están muy relacionadas con las fuentes de información que manejas y que los más jóvenes están muy expuestos a las redes sociales, pero también vemos que las recomendaciones de su entorno de confianza son igualmente importantes. Creo que esta generación, que no en vano es la de los primeros nativos digitales, es más escéptica que la de sus hermanos mayores. Instagram, Tik Tok o Reddit para ellos no son una novedad como sí lo fueron para quienes andan en la treintena y quizá no estaban alertados de que había mucho 'influencer' vendehúmos», señala Álvaro Quesada, poniendo un ejemplo. «Hace siete años, los que estaban en esta franja de edad querían invertir en criptomonedas. Los que empiezan a invertir hoy, en cambio, no quieren nada tan especulativo y que no entienden».
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