El 10% de los alumnos de enseñanzas secundarias tiene que repetir curso
Cantabria es la sexta comunidad autónoma con menor tasa de repetición en la ESO y la séptima en Bachillerato
daniel martínez
Domingo, 10 de enero 2016, 07:43
Alrededor del 10% de los estudiantes que se encuentran cursando enseñanzas secundarias en Cantabria se ven obligados a repetir curso por no haber alcanzado los objetivos académicos que marca cada nivel. Según el informe de 2015 sobre el Estado del Sistema Educativo, que ha elaborado el Ministerio de Educación a partir de los datos del curso 2013-2014, la cifra exacta entre los alumnos de la comunidad autónoma en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) es del 9%, casi dos puntos por debajo de la media nacional (10,8%).
Cantabria es la sexta comunidad autónoma con datos más positivos y solo es superada por Canarias encabeza el ránking, Cataluña, País Vasco, Asturias y Navarra. En la cola se encuentran Andalucía y Castilla-La Mancha. A lo largo de los cuatro años que dura la ESO, el bache más importante para los jóvenes cántabros se produce en tercer curso, donde el fracaso llega hasta el 10%, frente al 7,6% de segundo, que se presenta como el más asequible.
En lo relativo al Bachillerato, Cantabria también se sitúa en la parte media-alta de la clasificación estatal. En esta etapa secundaria no obligatoria el 88,1% de los alumnos terminan su año académico sin tener que repetir. En este caso, los institutos de la región ocupan la séptima posición. A nivel nacional, el informe destaca que el número de repetidores está descendiendo en España en los últimos años.
Los institutos de la región se sienten reconocidos en los datos que otorga el Ministerio, pero afirman que, por lo menos en el ámbito de Cantabria, los casos de repetición continúan estables a lo largo de la última década. «Puede que suba o baje algo de un curso a otro, pero suele rondar el 10% siempre», explica Silvino Corada, director del IES Santa Clara de Santander, que defiende que la calidad de la enseñanza, y por tanto el descenso de estos datos, está relacionada con las ratios de las aulas. «Con menos alumnos en cada clase, se bajarían las cifras», afirma.
Comparte su argumento Norberto García, responsable del IES Montesclaros de Reinosa. En su opinión, si en los últimos años no ha habido en Cantabria más repeticiones no es porque la Administración haya puesto más medios para atender a los alumnos con mayores problemas para el aprendizaje, sino por el esfuerzo de los centros educativos en trabajar la diversidad y prestar más atención con programas específicos a estudiantes con este tipo de perfiles.
Piensa que la implicación de los profesores es especialmente destacable en la ESO porque saben lo importante que es para el futuro de los chavales conseguir al menos el graduado escolar. En Bachiller la situación cambia. Los estudiantes cursan estos dos años de manera voluntaria, por lo que se entiende que van a mostrar un mayor grado de implicación. «También ha ayudado que un porcentaje de candidatos a la repetición de entre 15 y 16 años se ha incorporado a la Formación Profesional Básica. No tenían ganas o capacidad para afrontar los estudios y eso ha sido una salida alternativa para ellos», cuenta García.
¿Sirve repetir?
La repetición ha sido uno de los asuntos más polémicos en los distintos cambios de las sucesivas leyes de educación. Por lo general, los profesionales consideran que es una herramienta útil si va acompañada por un apoyo específico del personal docente. «Se procura que no sea una repetición estricta del curso, sino una adaptación de los currículos al alumno. Así sí es posible que pueda recuperar el ritmo y acabe con éxito su formación», detalla el responsable del Santa Clara. Su colega del Montesclaros recalca que suele servir porque se produce un proceso de maduración del joven y se asientan los contenidos, pero también puntualiza que no siempre es así. Para eso hace falta contar con dos cosas: «Un plan de apoyo y motivación».
En estos momentos, y como norma general, los estudiantes que hayan suspendido a final de curso dos o más asignaturas tienen que repetir automáticamente. La legislación da al claustro de profesores, a iniciativa del tutor, la posibilidad de permitir al alumno que siga avanzando con tres materias con una nota inferior al 5, pero se trata de casos muy concretos.
A pesar de que repetir curso puede servir para coger impulso y terminar los estudios con éxito, la noticia resulta «trágica» para la mayoría de las familias. «Para nadie es plato de buen gusto, pero sí que hay padres que aceptan perfectamente las explicaciones y a otros les cuesta más. No es tan negativo como se suele pensar. En un momento del desarrollo o por circunstancias de madurez hay problemas y no es capaz de sacar el curso, pero más adelante sí. Esa es la idea», dice Corada.
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